Nación

Sergio Ramírez: en una democracia no se puede tolerar coacción contra medios

En México, como en otros países, hay una lucha permanente; no se puede tolerar ningún tipo de coacción, sea fiscal, material, legal o por amenaza

En la foto: SERGIO RAMÍREZ MERCADO, Escritor nicaragüense y ganador del Premio Cervantes 2017. ARCHIVO EL UNIVERSAL
05/11/2020 |03:32Rossi Sotelo |
Redacción El Universal
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El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, ganador del Premio Cervantes 2017, afirma que en una democracia no se puede tolerar ningún tipo de coacción —ya sea fiscal, material, por medio de leyes o por amenazas— contra los medios de comunicación. Considera que en México, como en otros países, hay una lucha permanente por la libertad de expresión.

“El campo de la libertad de expresión debe ser sagrado para los regímenes cuando son verdaderamente democráticos. Cuando un régimen quiere imponer su ideología de manera absoluta y no tolera que haya otras posiciones políticas y otras voces disidentes, es cuando un país va mal encaminado”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.

Subraya que la libertad de expresión tiene reglas básicas para todo el mundo, para países como México, Chile, Argentina o Venezuela, “donde está tan maltratada la libertad de expresión”: el respeto a la opinión ajena y esto encarna la tolerancia que debe haber en una sociedad, sobre todo de parte del poder político, que tiene que tolerar opiniones contrarias”.

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¿Qué se debe de entender por libertad de prensa?

—La libertad de expresión son reglas básicas para todo el mundo, para todos los países, como México, Chile, Argentina y en Venezuela, en donde está tan maltratada la libertad de expresión. Viene siendo el respeto a la opinión ajena, y esto encarna la tolerancia que debe haber en una sociedad, sobre todo de parte del poder político que tiene que tolerar opiniones contrarias cuando se está en el marco de las leyes, y del derecho que la gente tiene de expresarse. Cuando un régimen comienza a ver como subversivo todo lo que se dice en contra y se trata de acallar esas voces es que la democracia comienza a fragear, y no hay democracia sin libertar de expresión, de opinión.

¿El ejercicio del periodismo sigue siendo censurado?

—En los tiempos de Somoza había muchísima censura en Nicaragua y también ahora la hay, pero las formas de censura son distintas, hoy mismo la Asamblea Nacional de Nicaragua dominada por el partido oficial acaba de aprobar una ley de regulación y control del ciberespacio, donde hay delitos que considera en contra de la seguridad del Estado, expresado a través de las redes, y esta es una forma de acallar diversas opiniones.

¿Cuándo se hace visible la censura a los periodistas?

—Hay distintos medios de censura, hostigar a un medio persiguiéndolo es muy común en América Latina, un ejemplo de ello es que en Nicaragua el diario La Prensa paso más de un año sin que le permitieran la importación del papel, todo el papel importado de ese diario estaba en el poder, del lado del gobierno, y no le permitieron sacarlo.

La otra forma son las inspecciones, las represiones fiscales, o suspender la publicidad estatal a la cual todos los medios tienen derecho por igual, porque el Estado es un gran generador de publicidad en todos nuestros países, porque tiene grandes áreas de la economía, de mucho peso y de mucho control.

¿Siempre ha habido roces entre el poder político y los medios de comunicación?

— Vuelvo al caso de Venezuela o de Argentina, el de Kirchner contra el periódico El Clarín, en demandas judiciales, los intentos de acallar la voz de este medio porque estaba en contra de este régimen. En Nicaragua, el caso que más cercanamente conozco, aquí el conjunto de medios confidencial del periodista de Carlos Fernando Chamorro fue intervenido y confiscado, sus oficinas nunca han sido devueltas, las televisoras 100% noticias también; estos medios tienen que transmitir por YouTube, por internet, ahorita mismo el canal 12 de televisión está siendo víctima de un embargo judicial por el cobro de impuestos por una cantidad enorme de millones, que lo que quiere el régimen es quedarse con el canal.

Entonces, no hay necesidad de que haya un sensor en las oficinas de algún medio con un lápiz rojo tachándole lo que no quiere el régimen que se publique, sino que simplemente estos medios de coacción y de amenazas contra los medios de comunicación van limitando a la gente el derecho a expresarse.

¿Qué tan delicado es todo esto en una democracia?

—En una democracia no se puede tolerar ningún tipo de coacción contra los medios libres de comunicación, de ningún tipo, ni fiscal, ni material, ni por medio de leyes, ni por amenazas. El campo de la libertad de expresión debe ser sagrado para los regímenes cuando son verdaderamente democráticos.

Cuando un régimen quiere imponer su ideología de manera absoluta y no tolera que haya otras posiciones políticas y otras voces disidentes, es cuando un país va mal encaminado.

Cuando hay gobiernos de izquierda, ¿pudiera pensarse que peligra la libertad de expresión?

—Hoy en día no tiene que ver con los gobiernos de izquierda o de derecha, sino con el autoritarismo, en América Latina estamos donde o hay democracia o autoritarismo. Un régimen democrático respeta la libertad de expresión en todos sus sentidos, un ejemplo de ello son países como Uruguay o Costa Rica, donde el régimen puede ser de derecha o de izquierda, pero también hay regímenes de derecha que son democráticos. Ser de izquierda o de derecha no quiere decir ser antidemocrático.

¿Una de las características de los gobiernos represores es tratar de amordazar a la prensa?

—Mordaza tiene un amplio sentido para mí, toda esta forma de intervenir un medio, fiscalmente, cortarle anuncios, apagar la señal, etcétera, son formas del lápiz rojo de la censura.

¿La muerte de periodistas dónde queda?

—En todo sentido, yo lo veo desde la óptica de la Fundación de Periodismo García Márquez, de la cual soy directivo, siempre tenemos la atención puesta sobre México como país donde la libertad de expresión se ve amenazada, porque se amenaza la vida de los periodistas, México es uno de los países donde más se ha atentado contra la vida de los periodistas, en los municipios, sobre todo los periodistas radiales. Es un asunto muy serio, qué atentado mayor contra la libertad de expresión, que atentar contra la vida de un periodista.

¿Considera que en México sí hay libertad de expresión?

—En México como en otros países, es una lucha permanente, los tiempos de México cuando había el dominio absoluto del PRI, y es porque todos los partidos políticos en México de alguna manera dependen de la matriz del PRI, son formaciones o variantes del Revolucionario Institucional. Recuerdo que había una compañía que producía papel controlado por el PRI y que éste sólo le entregaba papel al medio que la división política dictaba, ésta es una forma brutal de censura, o las concesiones de licencias de televisión y de radio, que son instrumentos políticos, y eso ocurre en distintas partes de América también aquí en Nicaragua la concesión de frecuencia es un arma política.

¿Hay algún país donde se ejerza al 100% la libertad de expresión?

—No sé si al 100%, pero sí en un alto grado, vuelvo a señalar a Chile, Uruguay o Costa Rica, que para mí son ejemplos de que la democracia funciona y, por lo tanto, también la libertad de expresión.

Qué puede decir de los medios de comunicación, que se adaptan a los gobiernos en turno porque reciben grandes beneficios

—Eso siempre ha existido y existirá, los medios venales que llegan a la voluntad de los gobiernos y otros que resisten. El periodismo en muchos sentidos siempre es heroico, el que resiste las tentaciones, los acomodos de poder por los beneficios materiales y brega contracorriente, ese me parece que es el verdadero periodismo y éste se respeta, el periodismo verdaderamente independiente.

El periodismo depende de determinado interés, pero es el marco de libertad que la prensa tiene que tener para promover intereses, la información dentro del periodismo tiene que ser objetiva, pero los medios se alinean con determinadas funciones políticas y eso no es ilegítimo.

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