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A partir de la pandemia por Covid-19, los viajes cambiarán. Sea en avión o en autobús, se tendrán que llevar a cabo modificaciones para que las personas puedan seguir trasladándose de un lugar a otro, por ejemplo, incluir filtros sanitarios, separar asientos y el uso obligatorio de cubrebocas, alertaron científicos de la UNAM.
Jorge Baruch Díaz Ramírez, responsable de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero de la UNAM, pidió que después de la emergencia sanitaria, las personas sean responsables al momento de viajar o hacer turismo y conozcan las implicaciones de ir de un lugar a otro, así como conocer sus condiciones sanitarias.
“Es importante tomar en cuenta que la mitad de la probabilidad de contagiarse se controla con el uso de equipo de protección y medidas de higiene personal”, señaló.
Según el semáforo, si una entidad se encuentra en rojo, no se permiten los viajes no esenciales, cuando está en naranja o amarillo se puedan realizar traslados regionales.
Recomendó evitar salir entre octubre y noviembre, porque es cuando inicia la temporada de influenza estacional, y pidió pensar en no dejar el país hasta diciembre próximo o hasta enero de 2021, para entonces se estima que la industria de aviación civil y la hotelera contarán con protocolos probados ante el coronavirus.
“Nos enfrentaremos a algo nuevo, pues los virus de la influenza, altamente letales, convivirán con el Covid, lo que representa un reto para los sistemas de salud”, dijo.
En terminales de autobuses o aeropuertos se instalarán filtros sanitarios para medir la temperatura de los viajeros, asientos separados, uso de cubrebocas y caretas, y turnos para comer durante un vuelo de avión, expuso.
Puesto que no hay una medida única para evitar el riesgo de contagio, tanto las personas que viajan como las empresas del sector turístico deben implementar estrategias multicapa o multinivel, como los filtros sanitarios, en los que se mide la temperatura constantemente y el llenado de declaratorias de salud en línea que provean de información a los prestadores de servicios.
En algunas circunstancias será necesario instalar aplicaciones de las autoridades locales para que, en caso de eventualidades, se rastree la trayectoria de los visitantes e informarles si estuvieron en contacto con el Covid-19 y si representa un riesgo.
Según lo acordado entre la Asociación Internacional de Transporte Aéreo y las organizaciones Mundial de la Salud (OMS), de Aviación Civil Internacional y Mundial del Turismo, en viajes como los que se lleven a cabo en autobús será necesario guardar un asiento de distancia entre cada pasajero, pues estos transportes no cuentan con sistemas de aire eficiente; esto no será necesario en los viajes en avión, pues el filtrado laminar baja el riesgo.
“El sistema de aire de un avión es similar al de un quirófano, pues fluye en un solo sentido y por capas, lo que ayuda a que las partículas virales, bacterianas u otro microorganismo suspendido en el aire, se precipite de inmediato”, detalló.