La Secretaría de Educación Pública (SEP) busca equiparar la promoción de fiestas del pueblo con asignaturas como la Lectura, la Aritmética o la Ciencia.
De acuerdo con el plan de estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria 2022, que se implementará en escuelas de educación básica en el primer año de preescolar, primaria y secundaria en agosto próximo, cuando inicie el ciclo escolar 2023-2024, ese tipo de festividades serán consideradas igual de importantes que la Lectura, la Aritmética y la Ciencia.
“En las prácticas educativas de la enseñanza y del aprendizaje son igual de importantes la Lectura, la Aritmética y la Ciencia, junto con la tierra, los ríos, el hogar, el cuerpo, los saberes ancestrales, la arquitectura, las fiestas del pueblo”, cita el documento de la Secretaría de Educación.
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Establece que uno de los componentes del plan de estudios es la comunidad “como el núcleo integrador de los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como la relación de la escuela con la sociedad, tal cual lo establece el artículo 14 de la Ley General de Educación, fracción I, que plantea llevar a cabo acciones para concebir a la escuela como un centro de aprendizaje comunitario en el que se construyen y convergen saberes, se intercambian valores, normas y culturas y formas de convivencia en la comunidad y en la nación”.
Explica que la comunidad “puede ser entendida desde el medio rural en la forma de municipio o pueblo o bien, en zonas urbanas en la forma de barrio o colonia; lo fundamental es que la escuela estreche lazos con ambas perspectivas para fortalecer las relaciones entre grupos y personas desde su diversidad y propiciar interacciones educativas de mutua influencia”.
Expertos consultados acerca de esta inclusión en los programas de estudio consideran que la autoridad educativa nuevamente recurre a una visión disparatada de la educación, ideologizada, en la que busca confrontar el populismo contra lo que ve como élites neoliberales.
Gilberto Guevara Niebla, exsubsecretario de Educación Básica de la SEP y actual director del Instituto de Investigación Educativa en la Universidad Autónoma de Guadalajara, dice que los autores del modelo de educación comunitaria aspiran a supuestamente eliminar los vestigios de las élites neoliberales.
“Los autores del modelo de educación comunitaria imaginan seguramente que están consumando una revolución cultural como la de China… Aspiran a cambiarlo todo, a eliminar el control de las élites neoliberales sobre la educación y poner ésta en manos del pueblo, pero en realidad, la única herramienta que poseen para llevar a cabo ese cambio es su rollo doctrinario que es bizantino, complejo, con una jerga nueva difícil de asimilar para cualquier persona”, dice a EL UNIVERSAL.
El también autor de libros como La regresión educativa, Democracia y educación y La rosa de los cambios, externa su preocupación por la implementación de este nuevo proyecto, del que asegura que está lleno de “aporías, disparates y sueños”.
“Si consideramos que la gran mayoría de las escuelas están ubicadas en entornos pobres, de mucha ignorancia, de mucha religiosidad, prejuicios, pensamiento mágico, etcétera, es preocupante que este nuevo proyecto le dé tanto valor a las supersticiones y mitos comunitarios como al conocimiento científico; eso es una barbaridad”, comenta.
Expone que es muy grave que los nuevos planes y programas de estudio se pongan en práctica porque no se conocen a cabalidad, no ha habido preparación previa de los profesores para enseñar con ese nuevo modelo educativo y los padres y madres de familia fueron ignorados para realizar esta propuesta.
Guevara Niebla expone que si la SEP implementa los nuevos planes de estudio seguramente enfrentará “infinidad de amparos” para frenar lo que considera un atropello al derecho de aprender de niños y adolescentes.
“Y es que estamos hablando de un nuevo modelo educativo sectario, absurdo, irracional, anticientífico y, sobre todo, [que] atropella el laicismo, así como el carácter nacional de la educación”, considera el experto.
Alma Maldonado, integrante del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN), expone que en esta reivindicación que pretende hacer el gobierno de la llamada Cuarta Transformación sobre ciertas habilidades y saberes de las comunidades, se están poniendo al mismo nivel los conocimientos que se deben adquirir en la escuela.
“Eso es muy complejo porque los saberes de las comunidades pueden chocar con lo que nos dice la ciencia y el conocimiento científico. Me preocupa que en la escuela se pongan al mismo nivel los saberes populares y las asignaturas escolares, que son muy importantes para los aprendizajes de niñas, niños y adolescentes”, indica.
El expresidente de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Eduardo Backhoff Escudero, comenta que si bien es cierto que son importantes las fiestas de los pueblos y que es importante que los estudiantes las conozcan, no deben tener la importancia que el conocimiento científico, las Matemáticas, la Historia y la Biología.
“El planteamiento del plan curricular de este gobierno desdeña todo el conocimiento, toda la historia, toda la cultura europea, tratándola de minimizar al grado de ponerla en igualdad de condiciones a las culturas populares y a los conocimientos autóctonos; es decir, el conocimiento que se va dando a través de la experiencia y de la práctica, como es el caso de las parteras o de los chamanes o hasta de los brujos.
“El conocimiento popular, que no debe despreciarse porque tiene lo suyo, no tiene la fuerza, no tiene las bases que tiene el conocimiento científico, que es mucho más complejo porque está basado en el método científico. Este conocimiento, es el que nos ha llevado a la Luna y ha resuelto muchos de los grandes problemas de salud”, enfatiza.
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