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La violencia mostrada esta semana por criminales en Guanajuato, Jalisco y Chihuahua dividió opiniones entre senadores de oposición y de Morena.
Legisladores del PAN, PRI, PRD y MC consideraron los ataques a civiles como un acto terrorista y una prueba de que la política de abrazos, no balazos es un absoluto fracaso, que sólo permite la impunidad de los cárteles y ha incrementado los niveles de violencia e inseguridad.
Por su parte, senadores de Morena calificaron como una provocación al gobierno de la 4T y un desafío al Estado mexicano lo ocurrido en Ciudad Juárez, Jalisco y Guanajuato, que, apuntaron, busca desestabilizar al país.
Damián Zepeda, senador del PAN, dijo a EL UNIVERSAL que el ataque en Ciudad Juárez, por más que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo niegue, es un acto terrorista.
“El gobierno de López Obrador decidió dejar actuar al crimen organizado y mostró que puede ser sometido con terror [por el antecedente en Culiacán]. La violencia está fuera de control y el crimen ataca a civiles para infundir terror. Es terrorismo”.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, rechazó que estas manifestaciones de violencia sean actos de terrorismo.
Pidió entender que el terrorismo se distingue de otras expresiones de violencia porque se trata de actos cuyas motivaciones son políticas. “En el caso del crimen organizado en México, sus principales estímulos son de carácter económico”.
El vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado y legislador de Morena, José Narro Céspedes, descartó que sea terrorismo y calificó de “una provocación” al gobierno de la 4T y un desafío al Estado los ataques contra civiles en Ciudad Juárez.
Dijo que se debe investigar el trasfondo político de estos actos, que costaron la vida de 11 personas, porque al igual que en Guanajuato y en Jalisco, se focalizaron en tiendas de conveniencia Oxxo.
“Al parecer quieren darle un golpe al capital, a los empresarios de Femsa, que son los dueños de la cadena Oxxo, con el fin de enemistarlos, de confrontarlos con el presidente López Obrador. Yo creo que es una provocación política a los mexicanos y al gobierno”, argumentó.
El vicecoordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve, expuso que la masacre de civiles a manos del crimen organizado en Ciudad Juárez evidencia el rotundo fracaso de la política permisiva de abrazos, no balazos.
“Representa un reto del crimen organizado al Estado mexicano, y por supuesto, esto refleja que el plan de seguridad nacional ha fracasado porque no hay estrategia, no hay reacción”.