Los hermanos LeBarón y varios de sus hijos asistieron al Senado de la República donde reclamaron ante legisladores de todos los partidos el fracaso del Congreso de la Unión para resolver el problema de la inseguridad pública que enfrenta el país, que es parte de “un holocausto que no termina”.
Adrián LeBarón informó que el 2 o 3 de enero tendrá lugar la siguiente reunión que sostenga su familia con el presidente Andrés Manuel López Obrador en Bavispe, Sonora, donde fueron atacados su hija y nietos. Pidió que participe la CNDH en la investigación de los hechos.
Por su parte, Julián LeBarón llamó a la sociedad mexicana a unirse y levantarse contra la delincuencia, y acusó a los senadores de “haber desertado de su obligación, que es la protección de la vida. Nos han fallado, nos hemos fallado”, dijo.
Llamó a senadores y ciudadanos a que, “por favor, sientan la sangre de los muertos, que reclaman nuestra apatía y nuestra indiferencia”. Agregó que las víctimas de la violencia en México también “reclaman nuestra debilidad, nuestra cobardía y nuestra traición”.
Adriana LeBarón dijo: “Quiero un mundo donde los huerfanitos de mi hermana puedan vivir y regresar, y sentirse seguros en México otra vez”. Explicó que ella es tan estadounidense como mexicana, y que pidió que Estados Unidos colabore para perseguir a los autores de los asesinatos.
El senador Emilio Álvarez Icaza (sin bancada) fue quien invitó a la familia LeBarón para que en el Senado se reunieran con algunos legisladores en un encuentro ante los periodistas. El legislador dijo a la familia agraviada que pedirá que sean escuchados en la tribuna de este órgano en fecha próxima.
Por ahora, de los 128 senadores, sólo estuvieron presentes las legis-ladoras Josefina Vázquez Mota y Martha Cecilia Márquez Álvarado (PAN) y Lilly Téllez (Morena), así como el propio Álvarez Icaza.
Con los LeBarón asistió la presidenta de Causa en Común, María Elena Morera, quien afirmó que la polarización es contraria a la construcción de un país en paz, y en ese sentido dijo que se requiere concurrir en un pacto nacional en el que se encuentren ciudadanos y partidos políticos.
Los LeBarón llegaron al Senado con puntualidad a un encuentro en el que fijaron postura a favor de la unidad de todo México contra el crimen; reiteraron su decisión de trabajar sin descanso hasta dar con los asesinos de su familia.
Agradecieron las muestras de solidaridad, con calor humano llamaron “hermanos” a los mexicanos que como ellos son sobrevivientes de la violencia criminal y hablaron con dolor y coraje, en distintos momentos, y con espontaneidad, como cuando Adrián dijo: “Increíble el precio que pagamos para merecer estar aquí en el Senado”.
Salgan de su letargo
Adrián LeBarón alzó la voz potente para dar lectura a una declaración dirigida a senadores, periodistas, la sociedad y a sí mismo: “¿Qué tipo de tragedia será necesaria para lograr que México salga de su letargo y su apatía y su negligencia por la vida? ¿Qué tiene que pasar, hermanos? ¿O simplemente debemos sentarnos a esperar la siguiente tragedia?”.
Adrián LeBarón se expresó con dolor, coraje y esperanza, y preguntó en dónde estaban ahora la indignación y la furia por la tragedia de Ayotzinapa.
Afirmó que la estrategia no debe ser para “los mexicanos que seguimos vivos aguantar hasta que nos maten a todos; yo soy sobreviviente de un holocausto que no termina. Así de dura es nuestra realidad, y lo peor que po demos hacer es esconderla o ignorarla. Esta es como una lotería de la muerte”.
Julián LeBarón dijo: “Vengo a acusar a todos los senadores de haber desertado de su obligación”.