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Senadores del PRI lamentaron y calificaron de ridículo e inaceptable la propuesta del presidente electo de Estados Unidos,Donald Trump de cambiar el nombre de Golfo de México por el de Golfo de América.
La senadora Claudia Anaya dijo que “cual presidente municipal inexperto y populista que llega a la más diminuta presidencial y comienza a cambiar los nombres de las calles, Donald Trump propone el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América como si en algo resolviera a los problemas de la región sendas tonterías”.
En entrevista se refirió a las declaraciones de Trump en el sentido de que hoy México, “está esencialmente dirigido por los cárteles”, y dijo que “no quererlo reconocer no significa que no suceda, actualmente la delincuencia organizada pone y quita presidentes municipales, organiza ferias, distribuye y vende alcohol, cigarros y vapeadores, extorsiona, secuestra y desaparece personas.”
Expuso que cada vez es mayor su influencia y poderío en varias regiones del país, las autoridades están cooptadas o sometidas, la complicidad del estado es lo que ha permitido este exponencial crecimiento. “La omisión del estado mexicano lo ha permitido y continuar en esa ruta nos llevará una debacle infernal”, explicó.
Dijo que es responsabilidad de las autoridades del estado mexicano poner un freno a esta situación y recuperar territorio y control.
Por su parte, Anabell Ávalos, senadora del PRI y secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte del Senado, consideró que es una declaración desafortunada de Donald Trump.
“Él es todavía presidente electo. Hay que esperar al 20 de enero que tome protesta. Sin embargo, yo creo que el hecho de cambiarle el nombre al Golfo de México no significa que vaya a ser propiedad de los americanos. Hay un claro derecho internacional en cada país. Tiene debidamente delimitadas sus fronteras, pero más allá de eso, yo le apuesto al diálogo entre los tres países, Canadá, Estados Unidos y México”.
“Y yo espero que la presidenta Claudia Sheinbaum plantee estrategias porque hay que centrarnos sobre todo en el T-MEC. El Tratado de Libre Comercio beneficia a los tres países, a México, Estados Unidos y a Canadá. Entonces yo creo que hay que estudiar con mucho cuidado de qué va a pasar con los migrantes. Las amenazas que ha hecho el presidente electo sobre la migración, sobre los migrantes, sobre los aranceles. Y yo creo que aquí hay la industria automotriz, la industria agropecuaria, la industria eléctrica”.
“Creo que han sido entre muchos los más beneficiados. Yo le apuesto al diálogo. Esperemos que el 20 de enero el discurso ya sea diferente y vayan tomando su curso correcto, político, como debe de darse”.
La senadora dijo que en lo personal, en este momento se me hacen declaraciones muy desafortunadas, pero no es la primera. Ya son muchas declaraciones de ese tipo, muchas amenazas.
“Pero nosotros con mesura y tanto la presidencia de la República y como el Congreso de la Unión, seguramente el 20 de enero también estaremos dando posicionamiento, posicionamientos muy, muy claros y concretos, porque nuestro compromiso siempre es defender a México”.
Cuestionada sobre si estas declaraciones son una amenaza para México, afirmó “sí, si ya estamos como estamos. Yo creo que un problema más no es lo mejor, pero yo reitero que espero que después del 20 de enero las relaciones diplomáticas sean claras y que se trabaje precisamente, porque no podemos perder más empleos, porque nuestros emigrantes que están allá no vulneren sus derechos humanos, no sean deportadas sus familias, sobre todo los que llevan muchísimos años allá y que generan mucho ingreso a Estados Unidos. Entonces son muchos los temas que hay que hablar”.
“Pero yo espero que después del 20 de enero podamos hablar ya con una dinámica diferente y un lenguaje completamente diferente. Esperemos que el presidente Trump cambie verdaderamente, porque hoy es electo y puede hacer mucho como presidente de Estados Unidos. Si sigue con esta dinámica de amenazas y de lenguaje, bueno, pues si va a haber muchos problemas”.
jf/bmc