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, la senadora Ifigenia Martínez Hernández, el símbolo de la 64 Legislatura , está radiante en la tribuna, que es el centro de la fiesta por la aprobación unánime de la reforma a la Constitución en materia de paridad en los cargos del Estado .
La mujer de izquierda, que emprendió su trayectoria política en un mundo en el que las personas de cabellera larga, eran las esposas de los poderosos, ríe, la abrazan legisladoras de Morena, del PAN, PRI, MC, PT, PRD, PES, PVEM.
Su figura, su ejemplo, es el punto de encuentro de todas que cuando no habían nacido, era ya era Ifigenia Martínez, la joven profesionista que de las esferas de decisión gubernamental, con posgrado en Harvard, fue enviada a la UNAM, a la Escuela de Economía, donde no alterara las líneas de decisión. Lo que hizo fue elevar a facultad su casa de estudios, como su directora. Y vino el 68 y ella, líder de los jóvenes.
Este es el día en que por una vez, las bancadas de este Senado rijoso se hermanan. Senadoras y senadores alzan cartelitos con el mismo mensaje, con el sello institucional de la Cámara Alta, en el que muestran su consigna común: #ParidadEnTodo.
En la guerrita pasada por la Reforma Educativa, el dictamen de la paridad fue como rehén de las negociaciones. Las mujeres senadoras querían, entonces, la aprobación de las reglas que les darán igualdad de acceso a los cargos públicos con los hombres.
Pero el asunto fue retirado del orden del día y no pasó en la última sesión ordinaria. Y se enlistó para el periodo extraordinario, en el que Morena buscaba la aprobación inmediata de las modificaciones en materia de Educación, y el trato fue que después de eso seguiría el turno de la paridad.
Otros vientos soplan en el Senado este martes. En la galería, se acomodan representantes de las causas de la mujer, y en tribuna --cuestión única-- no habrá oradores para hablar en contra. Todos a favor.
Casi cuatro horas de presentación del dictamen, de oradoras y algunos oradores, forman una escenario amistoso, que es un caso extremo al de divergencias y enconos que marcan la época.
Las oradoras dan mil agradecimientos, porque sin esfuerzos de generaciones anteriores, ellas, sencillo, no hubieran estado en esta sesión. Saben que son parte de la 64 Legislatura que antes de nacer ya se sabía que era la de la equidad, por primera vez en la vida parlamentaria, y que eso lo deben a mujeres que aportaron en otros tiempos.
La senadora Josefina Vázquez Mota (PAN) es reconocida desde la oposición por su aportación a esta causa de todas; ha sido candidata presidencial, secretaria de Estado. Tiene la fuerza de quienes han abierto camino.
Es el debate de la veneración, sin duda, de las mujeres que forjaron este presente, a través de siglos, décadas, años. En tribunal la senadora Verónica Camino Farjat (PVEM), de Yucatán, muestra un libro que contiene la memoria del Primer Congreso Feminista que hubo en México, hace poco más de un siglo, en Mérida.
Retoma apuntes del entonces gobernador, Rolando Zapata Bello, dice la legisladora, y lee cuatro conclusiones en forma de preguntas de aquellas visionarias de los derechos de la mujer.
La cuarta pregunta es: "¿Cuáles son las funciones públicas que puede y debe desempeñar la mujer, a fin de que no solamente sea elemento dirigido, sino también dirigente de la sociedad?"
Camino Farjat destaca que esa pregunta se responde con el decreto de cambios a la Constitución que abre las puertas para que las mujeres accedan a cargos públicos en igualdad de oportunidades con los hombres.
Pero falta, dice la legisladora yucateca, dar respuesta a las otras conclusiones, y propone que se lleven a cabo deliberaciones en tiempo y forma, a fin de estar a la altura de la obligación que les fue legada de honrar a la mujer.
La senadora Kenia López Rabadán (PAN) es reconocida porque esta reforma tiene como base una iniciativa que presentó el 6 de septiembre de 2018, su primer proyecto como senadora. Y este es el día que concluye el proceso legislativo, en el que se sumaron otras propuestas, y de que la tarea colectiva se expresa en el proyecto de decreto que habrá de ir a la Cámara de Diputados, con el poderoso respaldo: Unanimidad de 116 votos.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena (Morena), plena de satisfacción señala los alcances de la reforma, cuando escucha una voz entre los escaños, a la que responde: "Esperé casi 40 años para esto; usted, el que me gritó tiempo, espéreme un minutito". Y concluye con una frase que puede ser la divisa de esta generación: "¡Paridad en todo!"
Son momentos en que los feministas formulan su declaración pública, como Miguel Ángel Osorio Chong, Miguel Ángel Mancera, José Narro Céspedes.
También está la nueva generación de mujeres en el ascenso al poder, como la coordinadora del PT, Geovanna Bañuelos de la Torre, que dice a la asamblea: 63 legisladoras ocupan escaños en esta Cámara de Senadores. Es un avance significativo que visibiliza a las mujeres.
El impulso que trae la senadora Bañuelos se explica en un antecedente histórico que relata en tribuna. "En el estado que represento, Zacatecas, en 1824, un grupo valiente de mujeres zacatecanas envió una misiva al Congreso Constituyente, manifestando su interés en participar en la toma de decisiones".
La propuesta "fue rechazada, y la lucha por la igualdad continuó y sin ellas, las mujeres que en el devenir histórico han alzado la voz, esta reforma no tendría la voluntad unánime con la que se expresa".
Y subraya: "Hablar de paridad es hablar de igualdad sustantiva, tangible; es hablar de justicia, de democracia".
Dice que esta reforma "se la debemos a Margarita García Flores, María Guadalupe Urzúa Flores, Paulina Ana María Zapata Portillo, Justina Vasconcelos Encias". Es el día de las heroínas de México.