El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña ofreció una disculpa pública al pueblo de México por “el silencio cómplice”, con el que los integrantes de la XLVII Legislatura del Senado de la República convalidaron la actuación del Estado mexicano en los crímenes de lesa humanidad cometidos contra quienes participaron en el Movimiento Estudiantil de 1968.
Al leer un pronunciamiento, el legislador dijo que la Cámara de Senadores, como parte del Estado mexicano, se compromete a realizar las acciones necesarias para garantizar la no repetición de tales crímenes, y que ninguna estructura ni elemento de las Fuerzas Armadas sean utilizados para atacar o reprimir al pueblo de México, además de impulsar la justicia y la preservación de la memoria histórica de los hechos acontecidos en 1968.
En el documento, las y los integrantes de la Mesa Directiva destacaron que, en la conmemoración de la represión del Movimiento Estudiantil de 1968, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo firmó el “acuerdo por el que se reconoce que la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968 constituyó un crimen de lesa humanidad”.
Además, acuerdo se hizo referencia a la responsabilidad asumida por el entonces titular del Poder Ejecutivo Federal, Gustavo Díaz Ordaz, por lo que el Estado mexicano emite su disculpa pública con el ánimo de abonar a la reparación del daño y la preservación de la memoria histórica de los acontecimientos y crímenes suscitados en ese año.
Ante los lamentables acontecimientos acaecidos en el año de 1968 y, especialmente, los relativos a la masacre perpetrada en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, el 2 de octubre de dicho año, acotaron las y los legisladores, “la Cámara de Senadores no puede sostenerse en una posición pasiva e indiferente sin asumir su responsabilidad particular, como institución del Estado Mexicano”.
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