El pleno del Senado de la República aprobó en lo general la reforma presidencial que transfiere a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el control de la Guardia Nacional, ello en medio del rechazó de senadores de oposición que acusaron la militarización del país y la violación a la Constitución.
En una doble y maratónica sesión de más de 12 hora y sin ningún cambio a la avalado en San Lázaro, se aprobó con 72 votos a favor del oficialismo , 51 en contra de la oposición y la abstención del coordinador de Morena, Ricardo Monreal.
Pasado la media noche continuó el debate en lo particular, que se espera concluya en la madrugada de este viernes, para ser turnada al Ejecutivo Federal.
Por momentos se dió un ríspido debate donde se expusieron los argumentos a favor de la reforma por parte de Morena y sus aliados, la oposición anunció que prepara una acción de inconstitucionalidad contra el ordenamiento que fue turnado al titular del Ejecutivo Federal para su promulgación.
En tribuna el coordinador de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda , expuso que “los pares del presidente López Obrador no serán ni Juárez, ni Cárdenas, sino Echeverría y Díaz Ordaz” y agregó que el Presidente pretende ocultar el fracaso de su estrategia de seguridad.
El senador por Morena, José Narro Céspedes, rechazó que sea una reforma militarista y dijo que la violencia en el país se originó en el gobierno de Felipe Calderón, “enfrentamos una gran capacidad de la delincuencia organizada por lo que necesitamos una Guardia Nacional fortalecida. Es una institución de paz, no se está violentando a la Constitución”.
El senador del PAN, Damián Zepeda, dijo que “hasta me da gusto que el Presidente se quito la mascara y ya se descaró al decir que si quiere militarizar al país”, pero lo grave es que engañó a los mexicanos en campaña diciendo que regresaría el Ejército a los cuarteles, así como dijo que es falso lo que dice Morena que la Guardia Nacional sea un éxito “cuando en cuatro años tenemos los récords en homicidios y violencia”.
La presidenta de la Comisión de Justicia, Olga Sánchez Cordero, defendió la iniciativa presidencial, pero advirtió “que una eventual aprobación de este dictamen no debe ser entendida como un cheque en blanco. No es un cheque en blanco para la Guardia Nacional para sus mandos tácticos, estratégicos y operativos”.
Claudia Anaya Mota, senadora del PRI, dijo que esta reforma es una traición de Morena y del gobierno federal en contra de los ciudadanos, por lo que anunció que la oposición ya prepara una acción de inconstitucionalidad contra la misma.
Lily Téllez, senadora panista, dijo que el Presidente “quien se cree mister simpatías y por su divino capricho va a militarizar el país” y agregó que el mandatario “come garnachas sobre la Constitución, patea las leyes y pisotea el Estado de derecho”.
De inmediato, el senador morenista, Héctor Vasconcelos, manifestó su rechazó los dicho para la panista y exhortó a legisladores oficialistas a presentar una denuncia penal por calumnias, difamación y daño moral al Presidente de la República.
El senador del Grupo Plural, Germán Martínez, expuso que “ni siquiera Maximiliano, ni siquiera el Estatuto Provisional del Imperio de Maximiliano se atrevió a darle poder absoluto a los militares” y remató: “no queremos un poder unipersonal, queremos un poder militar sometido a lo civil, como ha dicho en reiteradas ocasiones la Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
Gonzalo Yáñez, senador del PT, defendió a reforma a la Guardia Nacional y el papel que juegan la s Fuerzas Armadas en la consolidación de la Cuarta Transformación del país y apuntó que hoy en México, el Estado no viola derechos humanos y el ejército de hoy no es el del 68, ni el de la Guerra Sucia. “Somos diferentes, nuestro ejército es para la paz y construye para el bienestar del pueblo”.
De acuerdo al dictamen “la reforma tiene como finalidad que la Guardia Nacional (GN) sea un cuerpo policial permanente, profesional y disciplinado, adscrito a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), bajo el control operativo y administrativo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)”.
Se expone que “el personal militar asignado a la Guardia Nacional continuará sujeto a la jurisdicción militar respecto de los delitos especificados en el Libro Segundo del Código de Justicia Militar que atenten contra la jerarquía y la autoridad”. Es decir, en caso de delitos o excesos que comentan contra la población civil serán juzgados al interior del ámbito castrense y no por jueces civiles.
La reforma a diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, de la Ley de la Guardia Nacional, de la Ley Orgánica del Ejercito y Fuerza Aérea Mexicanos, en materia de Guardia Nacional y Seguridad Pública, busca “garantizar el cumplimiento efectivo de los fines constitucionales de dicha institución de policía para salvaguardar la vida, las libertades, la integridad y el patrimonio de las personas, así como contribuir a la preservación del orden público y la paz social”.
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