Entre porras, aplausos y reconocimiento a la lucha de activistas, organizaciones sociales y el movimiento feminista en el país, el Senado aprobó la Ley Olimpia para que sea un delito federal la difusión sin consentimiento de imágenes, videos o audios sexuales, así como promover estereotipos machistas en medios de comunicación.
Atrás quedaron las diferencias ideológicas y las reyertas partidistas la tarde de ayer en el Senado, cuando con 87 votos a favor, ni uno en contra y cero abstenciones, los legisladores se sumaron a la lucha de activistas como Olimpia Coral Melo, quien sobrevivió a este tipo de violencia sexual, y se ha convertido en una de las principales promotora de los cambios legales vigentes en 25 estados en el país, y que hoy aprobó la Cámara Alta.
“Mandamos un mensaje de que todas las fuerzas políticas, pese a sus diferencias, están a favor de la erradicación de la violencia en contra de las mujeres”, dijo la senadora Martha Lucía Micher, presidenta de la Comisión de Equidad de Género y principal impulsora de la ley.
“Honramos la memoria de mujeres, niñas y adolescentes víctimas de feminicidio, y en este Senado les decimos a las mujeres que quienes vivan hoy hechos de violencia, no están solas. Larga vida a las mariposas”, indicó.
El dictamen que se presentó y se aprobó ayer se trabajó durante casi un año a partir de la minuta enviada por la Cámara de Diputados; se trabajó entre senadoras de todas las fuerzas políticas, activistas y luchadoras sociales.
Se contempla la inclusión del delito de violencia digital y en los medios de comunicación en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y su tipificación en el Código Penal Federal, lo cual no estaba contemplado en la propuesta de la Cámara de Diputados.
“Aunque la promulgación de leyes estatales es importante, la justicia no puede esperar en las entidades federativas restantes para que adecúen su normatividad. Una de las grandes virtudes de este dictamen es que busca que las víctimas de todos los estados puedan hacer justiciables estas violaciones a sus derechos”, dijo Nancy de la Sierra Arámburo, del PT.
“Votamos por la justicia, para que ninguna pase por las violencias que hoy se viven en el mundo digital. Nuestros agresores tienen nombre y apellido, cada golpe cuenta pero tenemos que parar. No más internet como el callejón oscuro y sin salida”, agregó Indira Kempis Martínez, de MC.
A partir de esta reforma, se establece que la violencia digital es toda acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías para exponer, distribuir, difundir, exhibir, transmitir, comercializar, ofertar, intercambiar o compartir imágenes, audios o videos de contenido sexual de una persona sin su consentimiento.
También se le considera violencia digital a los hechos que ocasionen daño sicológico o emocional a las mujeres tanto en su vida privada como en su imagen, o los actos dolosos que las dañen en su intimidad, privacidad o dignidad y que se cometan a través de dichas tecnologías.
La violencia mediática se comete cuando cualquier medio de comunicación promueve estereotipos sexistas, hace apología de la violencia contra las mujeres y las niñas, produce o permite la producción y difusión de discurso de odio sexista, discriminación de género o desigualdad entre mujeres y hombres, que cause daño a las mujeres y niñas, señala el dictamen.