En el programa Sembrando Vida del gobierno federal no están claras las actividades que inciden en la regeneración del tejido social, además de que no se establecen metas precisas a alcanzar en los aspectos sociales, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Soc ial (Coneval).

En la Evaluación de procesos del programa Sembrando Vida, el Coneval recomienda que para atender los aspectos sociales se necesitan “identificar los puntos centrales a atender como parte de la regeneración del tejido social, acorde con el momento en el que se encuentran las Comunidades de Aprendizaje Campesino y sus planes de trabajo”.

Sembrando Vida es un programa del gobierno de México que busca contribuir al bienestar social de sembradoras y sembradores a través del impulso de la autosuficiencia alimentaria, con acciones que favorezcan la reconstrucción del tejido social y la recuperación del medio ambiente, a través de la implementación de parcelas con sistemas productivos agroforestales.

Lee también

Durante los cuatro años del actual gobierno, ese programa ha recibido recursos por más de 139 mil 958 millones. Tan sólo para este año, esa estrategia ejercerá un presupuesto de 37 mil 136 millones 600 mil pesos, lo que representa un incremento de 147.5% más con respecto a los recursos destinados en 2019

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador esa estrategia de su administración es la más grande de creación de empleos en la historia de México.

Sin embargo, para el Coneval, las actividades relacionadas con aspectos sociales, en particular a aquellas que conduzcan a la regeneración del tejido social, “no se establecen de manera clara ni forman parte de un plan integrado para tal fin. En consecuencia, no están establecidas las metas e indicadores que pudieran utilizarse en su medición”.

Lee también:

De acuerdo con el consejo, Sembrando Vida no tiene una cobertura nacional, pero para el ejercicio 2022 tuvo presencia en 21 entidades federativas organizadas en 29 territorios y ocho regiones.

Ven programa carente de diagnósticos

Para el politólogo y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Édgar Ortiz Arellano, Sembrando Vida es acertado al estimular la recuperación ecológica del país.

“Pero este programa al no tener claridad de metas, indicadores y reglas de operación provoca que los resultados sean subjetivos. El programa en sí no es un fracaso, sino los que fracasaron fueron los diseñadores de políticas públicas al omitir pasos como los indicadores, medición y reglas de operación, por mencionar algunos, por lo que se dificulta la evaluación como programa de política pública”, opina.

El profesor de Ciencia Política en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, Gustavo López Montiel, comenta que la referida estrategia gubernamental no cuenta con un diagnóstico a través del que se mida el impacto social que ha tenido desde su creación.

“Éste ha sido un programa que no genera riqueza en la base ni mejora la calidad de vida de las personas. No tiene el impacto que tenían otros programas que obligaban a los ciudadanos a ir al médico, a llevar a sus hijos a la escuela y esto sí impactaba en la calidad de vida, pero sembrar o reforestar no está teniendo un impacto social ni siquiera en la regeneración del tejido social”, dice.

El académico asegura que ese programa, al igual que otros que son impulsados por este gobier no, surgieron para articular el clientelismo electoral y para generar presencia del partido hegemónico en algunos espacios en los que no tenía presencia.

“Todos esos programas sociales de esta administración no pretenden acabar con la pobreza ni regenerar el tejido social, y éste de Sembrando Vida no busca llegar al tejido social, sino más bien es producto de una ocurrencia que se dio y a partir de ahí se impulsó”, agrega.

Subraya que en algunos países a los que esta administración llevó el programa Sembrando Vida, como Honduras y El Salvador, lo hicieron a un lado al ver que no daba los resultados esperados.

“Los gobiernos de esos países decidieron aceptar esa estrategia. Las declaraciones de algunos políticos de esas naciones han ido en el sentido de que sembrar árboles no saca a las personas de la pobreza, por ejemplo”, precisa.

Especialista en temas de seguridad y consultor en políticas públicas, David Saucedo menciona que “aunque en teoría algunos programas sociales del gobierno federal son para abatir el desempleo, lo cierto es que éste no provoca, por ejemplo, que haya mayor violencia. Lo que provoca el éxodo de personas al narco es el gran diferencial de salarios. Eso es lo que no ha entendido este gobierno”.

Dice que “si la idea era desplazar los sembradíos de amapola o marihuana, la producción de la yerba sigue siendo alta en el país y hay un mercado consumidor que se está expandiendo”.

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.