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Expertos en seguridad coinciden que en México urge una estrategia frontal de combate al robo de vehículo, que traerá como “efecto dominó” la disminución de otros delitos, como el homicidio, asalto y secuestro.
Para el especialista Alejandro Hope una parte del plan antirrobo de auto tendría que incluir el combate a la venta de autopartes robadas, la actualización del Registro Público Vehicular (Repuve) y el mejoramiento de procesos de emplacamiento y reemplacamiento, sobre todo en la frontera norte, para combatir la importación de automóviles chocolate.
Una de las razones, indica, de la disminución de homicidios dolosos en Ciudad Juárez, Chihuahua, a partir de 2010, tuvo que ver con los procesos de emplacamiento y reemplacamiento de vehículos.
El investigador de la Universidad Panamericana, Rodrigo Soto Morales, asegura que hay un mercado “muy rico que exporta a África y al sureste asiático vehículos robados”.
Coincide en que es necesario un plan para impactar en esta problemática, que genera ganancias millonarias: “Urge una estrategia de combate frontal de robo de autos, que traiga como efecto un combate a los otros ilícitos”, detalló.
Un ejemplo que puede citarse muy concreto es la segunda captura de Joaquín El Chapo Guzmán: “Fue realizada por policías, no por la Marina, por un robo de auto, y así fue como lo agarraron. Fue la policía quien le dio parte a la Marina para que intervinieran en su traslado y detención. Un delito del fuero común se vuelve la causa por la que se agarra a uno de los criminales más buscados de los últimos años”.
Pablo Monzalvo, profesor del Diplomado en Seguridad Pública de la Universidad Iberoamericana, afirma que la delincuencia organizada usa unidades robadas como estrategia para no ser identificados. Sin embargo, dice que no necesariamente un mayor combate a este delito provoca la disminución de otros.
