La creación de la Gendarmería , como séptima división de la Policía Federal, nació con un pecado de origen que es un imperativo político, y a tres años no se ha cumplido con sus objetivos, e ntre ellos el de regresar a las fuerzas armadas a sus cuarteles , dijo Alejando Hope, columnista de EL UNIVERSAL.
Durante su participación en un foro realizado por la Comisión Nacional de Seguridad y la Policía Federal , como parte del tercer aniversario de la Gendarmería, Álvaro Vizcaíno Zamora, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), respondió que la Gendarmería fue un proyecto creada como una institución de proximidad con base en los modelos de otros países y “no tiene pecados originales”.
En su oportunidad, el especialista en seguridad, Alejandro Hope, comentó que si bien la Gendarmería ha tenido algunos logros, no se han cumplido con los objetivos para la que fue creada.
“Tiene logros notables pero sí hay que contrastarlo con lo que inicialmente se propuso; se propuso como un mecanismo para que las fuerzas armadas ya no siguieran en labores que no son naturaleza institucional; es decir, que ya no estuvieran en labores de seguridad pública. Nace con un pecado de origen la División, que es un imperativo político, más que un diseño estratégico de su formación”, enfatizó.
En respuesta, Vizcaíno Zamora mencionó que la Gendarmería tiene una estructura capaz de hacer sus labores de reacción y proximidad social, lo que la posicionado como la policías con más credibilidad en el país.
“La gendarmería no tiene pecados originales; el primer anuncio del nacimiento de la Gendarmería lo hizo el presidente electo, Enrique Peña Nieto en noviembre de 2012”, enfatizó.