La serie de Netflix, Narcos México , retrata en su segunda temporada la historia de cómo se habrían burlado de un joven Joaquín “El Chapo” Guzmán ante la idea de construir su primer “narcotúnel” en la segunda mitad de los años 80.
Al ahora conocido como “el señor de los túneles”, interpretado por el actor Alejandro Edda , se le habría ocurrido conectar una bodega en México a unos 400 metros de otra pequeña vivienda en territorio estadounidense.
Según narra el episodio “ El gran túnel ”, Guzmán estaba entusiasmado con la idea de hacer más eficiente el tráfico ilegal de drogas hacia Estados Unidos, por lo que se apresuró a comprar los dos inmuebles en ambos lados de la frontera.
Sin embargo, el apodado “Cochiloco” dudó del proyecto y lo tildó de "loco", argumentando que Héctor "El Güero" Palma no aprobaría tal ocurrencia. En ese entonces, los tres trabajaban para la única gran organización criminal dirigida por Miguel Ángel Félix Gallardo .
Finalmente, “El Chapo” se sale con la suya y con ayuda de trabajadores empieza a construir el túnel, aunque ante la rivalidad que existía con la plaza controlada por los hermanos Arellano Félix -también bajo las órdenes de Félix Gallardo- la obra termina dinamitada.
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Según una investigación de EL UNIVERSAL, un cuarto de siglo antes de que Guzmán escapara en 2015 de la prisión de máxima seguridad de El Altiplano, el narcotraficante más perseguido del planeta ya presumía de sus actividades bajo tierra.
“El arquitecto Corona me hizo un túnel bien chingón”, dijo Joaquín Guzmán Loera en 1987, durante una reunión en una de sus residencias, según una acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos a la que tuvo acceso este diario.
El testigo principal del documento relata cómo Jesús Corona Verbera, “el arquitecto”, empezó a diseñar sistemas hidráulicos para ocultar cargamentos de droga, aunque Guzmán sufrió un revés en mayo de 1990, cuando Corona se convirtió en prófugo de la justicia estadounidense.
rcr
