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El comedor de la base aérea militar de Santa Lucía es una explanada techada y entre el presídium se encuentra parte del extenso directorio de mandos de las Fuerzas Armadas, presentes para acompañar al presidente Enrique Peña Nieto.
El mandatario está de pie en la caja de un vehículo Humvee, un todo terreno, de llantas altas, como el que usó este viernes en Chapultepec, como los que lo transportan en los grandes eventos militares, acompañado por los secretarios de la Defensa Nacional, Salvador Cienfugos Zepeda, y de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz.
Los militares están en sus lugares asignados. La gran mayoría, jóvenes activos, pero también mandos en retiro con el pecho cargado de insignias, quienes vienen a la celebración del 103 aniversario de la creación de lo que hoy es la Fuerza Aérea, un arma nueva, que emergió en la Revolución.
Los soldados del aire prodigan atenciones. Disfrutan el honor de este día. Inmóviles, ven entrar al Presidente. Escuchan los honores plenos, el Himno Nacional con 21 salvas de artillería, el momento de gran realce en actos del Estado.
Toman asiento. El orden se pierde en un pequeño espacio, una tarima a la que han subido fotógrafos y camarógrafos para quienes no había lugar. Ellos compartirán espacio con el Mariachi Juvenil Tecalitlán, que acompañará a la cantante Aida Cuevas.
El comandante de la Fuerza Aérea Miguel Enrique Vallín Osuna expresa su gratitud por el apoyo para la modernización.
Tras él, el Presidente sale a inaugurar instalaciones de esta base aérea, así como de la unidad habitacional Santa Lucía III. Va en su Humvee, la del comandante de los comandantes. Saluda a decenas de niños, hijos de soldados del aire, como sus padres, disciplinados.