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En cuatro acciones diferentes, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aseguró un arsenal, cuatro inmuebles, liberó a cinco integrantes de una familia que estaban secuestrados y detuvo a tres sujetos en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Entre el material bélico incautado al Cártel del Noreste, una escisión de Los Zetas que opera en el norte de Tamaulipas, se encuentran 206 armas largas, entre ellas un rifle AK-47 bañado en oro, 14 armas cortas, dos fusiles Barret, un lanza cohetes RPG, nueve aditamentos lanza granadas, 5 mil 468 cargadores, 185 mil 939 cartuchos, 33 cohetes, 13 tubos de carga explosiva TNT, 10 granadas alto explosivo cal 40 mm, y cuatro cañones para fusil.

Los militares desplegados en los operativos decomisaron diverso equipo táctico, como chalecos y uniformes parecidos a los empleados por el Ejército y la Marina Armada de México.

La dependencia al mando del general Salvador Cienfuegos Zepeda informó que este aseguramiento se llevó a cabo derivado de una denuncia ciudadana y como parte del seguimiento de información relacionada con el tráfico de armas en esa zona de Tamaulipas, colindante con el sur de Texas, Estados Unidos.

“Esto dimensiona puntualmente la magnitud del tráfico de armas y municiones, como un factor generador de violencia a través de ilícitos que lastiman a la población y dañan su patrimonio”, indicó.

Alertó que la delincuencia organizada utiliza chalecos y uniformes parecidos a los de las Fuerzas Armadas, para confundir a las autoridades y a la población, buscando desprestigiar a las instituciones del país.

En 2016, EL UNIVERSAL publicó que de acuerdo con reportes oficiales del gobierno de EU y de la Agencia de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego de ese país (ATF, por sus siglas en inglés) los cárteles mexicanos en los últimos años han buscado tener armamento de más alto poder y 70% de su potencia de fuego tiene su origen en el país vecino.

Casi 60% de arsenal adquirido por los cárteles son armas calibres 223, una versión civil del M16 del Ejército de Estados Unidos y el 7.62, del AK47 o los llamados “cuernos de chivo”.

En los últimos 10 años, el crimen organizado se abasteció de armamento reservado a las Fuerzas Armadas. Hasta junio pasado, la Sedena incautó al crimen organizado 27 mil 972 armas de fuego, las cuales ingresaron casi en su totalidad al país a través de la frontera con Estados Unidos.

La dependencia informó que en un día, el Ejército decomisa 17 armas y dos granadas.

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