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El delito de robo que reina en el país es una “bomba de tiempo” que podría desencadenar una crisis social, la aparición de más “justicieros” y personas armadas, aunque también se considera que lo que se gesta es un contexto de “permisión e impunidad” en México, advirtieron especialistas en seguridad consultados por EL UNIVERSAL.
La última Encuesta Nacional de Victimización (Envipe) del Inegi reportó que el año pasado se cometieron 31.1 millones de delitos, siendo el asalto en la calle o en el transporte público, el robo total o parcial de vehículo y robo a casa habitación los que más predominaron y mantienen una tendencia al alza.
“En la medida en que se prolongue esta situación, se podría hablar de una crisis social, porque el robo afecta a la ciudadanía día a día”, consideró el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Javier Oliva Posada.
El experto en seguridad nacional de la Facultad de Ciencias Políticas expuso que la ola delictiva que azota al país está ligada a la corrupción, un problema, sostuvo, que afecta la procuración de justicia. Subrayó que dicho delito podría convertir a México en una democracia fallida, ya que no cuenta con un sistema de seguridad pública eficiente.
Para el abogado penalista, César Gutiérrez Priego, el aumento en la incidencia delictiva en el país es una “bomba de tiempo” que traerá como consecuencia la aparición de más “justicieros” y que los ciudadanos se sigan organizando en su defensa física y de su patrimonio.
Por su parte, el académico de la Universidad Panamericana, Jorge Alberto Lara Rivera, comentó que los distintos tipos de robos afectan la vida cotidiana de las familias, pero rechazó que se esté al borde una crisis social en el país por esta situación.
El especialista en delincuencia organizada rechazó que la implementación del nuevo Sistema de Justicia Penal haya generado un repunte en los índices delincuenciales, como acusó un sector de gobernantes.