Más Información
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
Trump declarará a cárteles como organizaciones terroristas; "fui muy duro con México, hablé con la nueva presidenta"
Operativo Enjambre: Detienen a 15 personas por obstruir captura del presidente municipal prófugo de Santo Tomás de los Plátanos
Óscar Rentería Schazarino, ha operado contra CJNG, Viagras y Templarios; es el nuevo secretario de Seguridad en Sinaloa
dennisa.garcia@eluniversal.com.mx
La Procuraduría General de la República (PGR) recibió un reconocimiento del Departamento de Seguridad Nacional (HSI) por la desarticulación de la organización Los Granados, dedicada a la trata de personas con ganancias de hasta 30 mil dólares mensuales por víctima.
En un vento, organizado en Nueva York, el titular en jefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Omar García Harfuch, recibió el Premio a la Cooperación Internacional.
Los Granados era una organización conformada por familiares que tenía su centro de operación en el municipio de Tenancingo, Tlaxcala, y se extendió en varios estados como Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco y Estado de México.
Según las averiguaciones previas iniciada por la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Indocumentados y Órganos, los integrantes enamoraban a sus víctimas, formalizaban una relación, procreaban hijos, luego las separaban de ellos y eran forzadas a prostituirse a cambio de poder verlos.
Derivado de los trabajos de inteligencia de las autoridades mexicanas, y del intercambio de información con el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, a través de la Oficina de Inmigración y Administración de Aduanas, se pudo identificar la ruta de operación en territorio mexicano, hasta llevar a sus víctimas a Nueva York para explotarlas.
La información con la que cuenta la dependencia indica que el perfil de las víctimas eran de entre 12 y 19 años, con problemas económicos, desintegración o maltrato familiar. Con ellas traficaban en Estados Unidos.