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En un hecho sin precedentes, elementos de la Policía Federal (PF) se rebelaron contra lo que consideran malos tratos por parte del gobierno federal y en rechazo a su incorporación a la Guardia Nacional (GN), institución con apenas tres días de operación oficial.
Desde la madrugada de ayer, más de mil agentes de las divisiones de Fuerzas Federales y de Gendarmería tomaron de manera pacífica el Centro de Mando de la corporación, ubicado en la alcaldía de Iztapalapa, en la Ciudad de México, en protesta por la pérdida de derechos laborales, como el bono de operatividad de poco más de 9 mil pesos, y porque, afirmaron, les pidieron su renuncia antes de ser integrados a la Guardia.
Familiares agrupados en la organización Familias Unidas y otros elementos realizaron bloqueos en Periférico Oriente y Sur, frente a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en Constituyentes, así como en la autopista México-Pachuca, además de Hermosillo, Sonora. Ante las protestas, que en algunos momentos se tornaron tensas, autoridades y una comisión de manifestantes instalaron una mesa de negociación en la oficina de la División de Seguridad Regional.
Los inconformes entregaron a la representante de la PF ante la Guardia Nacional, la comisaria Patricia Trujillo Mariel, un pliego petitorio con 16 puntos, entre los que destacan el “pago de operatividad completo, que se respete el mando civil en la Guardia, no más malos tratos de parte de militares, que no se les discrimine por sobrepeso o tatuajes, y que se respeten antigüedad y grados”.
Además, exigieron no ser evaluados por militares, desaparecer pruebas con el polígrafo, no pertenecer a la Sedena, no vivir en cuarteles militares, sueldo quincenal de 15 mil pesos libres, así como horarios establecidos en la Ley del Trabajo.
También exigieron la renuncia de todos los mandos inmiscuidos en corrupción y crimen organizado, instalar una oficina de derechos humanos y un sindicato, además de recibir uniformes dos veces al año.
Luego de recibir empujones, y entre gritos de “traidora”, Trujillo Mariel se comprometió “a resolver a la brevedad” las peticiones.
Horas más tarde, en conferencia, el titular de SSPC, Alfonso Durazo Montaño, afirmó que no habrá bono de operatividad para los elementos de la GN, ya que el nuevo cuerpo de seguridad no realizará operativos.
“La Guardia no va a trabajar por operativos, no vamos a traer a sus elementos de arriba hacia abajo, van a tener una adscripción permanente. En el caso de que de manera extraordinaria se realicen trasladados para operaciones específicas fuera de su adscripción se continuarán realizando los pagos”, aclaró.
“No habrá razón para pagar viáticos, ahora llamado bono de operatividad”; incluso, dijo, “aquellos elementos de la PF y de la Policía Militar y Naval que se han integrado a la GN podrán solicitar por razones de su interés un lugar de adjudicación”.
Durazo reiteró que no hay motivo de preocupación, puesto que su transferencia a la Guardia será de manera voluntaria y aseguró que todos aquellos que ingresen al nuevo cuerpo de seguridad no perderán sus derechos, salarios ni prestaciones. Indicó que aquellos policías federales que protestaron ayer no serán sancionados.
Durazo Montaño envió al subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, para incorporarse a la mesa de negociación con los inconformes. Sin embargo, por la noche integrantes de la PF rompieron la mesa de diálogo y anunciaron que mantendrán la toma de las instalaciones del Centro de Mando.
Llamado al diálogo. En tanto, el subsecretario hizo un llamado a los federales inconformes para que regresen a la mesa de diálogo y aseguró que por parte del gobierno federal “hay la mano extendida para tener el mayor diálogo y aclarar cualquier duda y cualquier situación que pueda generar falta de información e inconformidad”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el titular de la Unidad de Estados y Regiones de la Secretaría de Seguridad, Jesús Valencia Guzmán, descartó que se vaya a utilizar la fuerza pública contra los policías federales y rechazó que haya militares en las instalaciones, como denunciaron los inconformes.
Por redes sociales se difundió una convocatoria para que hoy se realice un paro de labores en todos los centros laborales de la PF para exigir al Presidente solución a sus demandas, además de que se presentará un amparo indirecto —al que se han sumado 600 elementos— ante un Juzgado de Distrito en Materia Administrativa contra su transferencia a la Guardia Nacional.