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Las ejecuciones son la principal causa por la que los policías municipales, estatales y federales del país pierden la vida en el cumplimiento de su deber.
Mientras los enfrentamientos van a la baja, las agresiones directas del crimen organizado y de delincuentes contra los uniformados registran una tendencia al alza, si se comparan los datos de 2017 con los preliminares de lo que va de 2018, es decir, pasó de 156 a 160 elementos.
Aunque aún está en curso el primer procedimiento de validación de la información de la base de datos sobre Policías Caídos en Cumplimiento de su Deber, incorporada a Plataforma México por la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), es posible identificar a 160 agentes muertos hasta la segunda semana de junio, la mayoría ejecutados con alevosía y ventaja de los agresores.
“Significa una circunstancia en que los policías tienen menos probabilidades de conservar la vida, porque son agresiones directas con total ventaja de los delincuentes. Los enfrentamientos donde pueden poner en juego sus conocimientos, sus habilidades, la capacitación que han recibido, esas van hacia la baja, y los otros donde tiene toda la ventaja el agresor, como son las ejecuciones, con alevosía y ventaja, van en aumento”, reveló el titular de la Unidad de Información para la Seguridad Pública de la CNS, Ricardo Márquez.
Por primera vez, las instituciones de seguridad pública rendirán un homenaje nacional a los elementos fallecidos de todas las corporaciones, el cual se realizará en la Ciudad de México entre julio y agosto próximos. De manera periódica se llevarán a cabo otros con sede en distintos estados de la República. Además, según se acordó en la pasada sesión de la Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública, celebrada el 7 y 8 de junio en Cancún, Quintana Roo, se dará seguimiento institucional a las indagatorias a fin de evitar que las bajas queden en la impunidad.
Según estadísticas preliminares de 2018, Guanajuato suma 38 agentes asesinados, ocho más que el año pasado; le siguen Guerrero, Estado de México, Ciudad de México y Veracruz.
Un hecho que cimbró a la entidad fue la ejecución de seis oficiales de la Dirección de Vialidad de Salamanca cuando realizaban labores de control vehicular en la avenida Del Sol, en la colonia La Gloria. Sujetos armados abrieron fuego contra los elementos desde dos camionetas, y de inmediato se dieron a la fuga.
Hasta ahora los municipios con más policías caídos son Acapulco, Guerrero; Salamanca, Guanajuato; Amatlán, Veracruz; Iztapalapa, Ciudad de México; José Azueta, Guerrero; Amozoc, Puebla; Chilpancingo, Guerrero; Apaseo el Alto, Guanajuato; Ecatepec, Estado de México, y Azcapotzalco, en la Ciudad de México.
En abril pasado, seis policías estatales de Guerrero fueron emboscados en la comunidad Las Mesillas, ubicada en la sierra de Zihuatanejo, Guerrero; tenían el tiro de gracia y les robaron sus armas de cargo.
Las ejecuciones, emboscadas y enfrentamientos son las tres causas por las que los uniformados pierden la vida en cumplimiento de su deber.
Márquez Blas comentó que las emboscadas se mantienen en el nivel de otros años; sin embargo, dijo, también son motivo de preocupación “porque no cualquier delincuente común puede planear y ejecutar de manera exitosa una emboscada, más como las que tenemos registradas. Se requiere preparación, conocimiento y logística operativa, por eso no quitamos el dedo del reglón en analizar las circunstancias en las que pierden la vida”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario explicó que con la información de la base de datos sobre Policías Caídos en Cumplimiento de su Deber, la cual permite identificar las circunstancias específicas en que pierden la vida los policías, se generarán protocolos de actuación y se optimizará la capacitación que minimice las probabilidades de que un elemento muera.
“Va más allá del simple registro de cuántos policías y quiénes son. Nos preocupa, primero, inhibir y evitar que sigan perdiendo la vida; también lo que suceda con las familias de los policías y, desde luego, evitar la impunidad. La otra parte es identificar las circunstancias específicas en las que pierden la vida, para generar protocolos de actuación y optimizar la capacitación”, enfatizó.
El funcionario comentó que desde finales del año pasado opera la base de datos, que se alimenta con información de las 32 secretarías de Seguridad Pública del país, la cual es validada por la Comisión Nacional de Seguridad antes de ingresarla al sistema.
La Conferencia Nacional de Secretarios de Seguridad Pública acordó realizar al menos dos procedimientos nacionales anuales de verificación y validación de datos.
Actualmente está en curso el primer procedimiento y el segundo está programado para la tercera semana de noviembre o la primera de diciembre de este año.
“Ahora se le está dando una importancia que antes no se tenía, de sistematizar, captar y analizar la información y ubicarla en el conjunto de bases de datos de Plataforma México, el sistema de información en materia de seguridad más robusto que tiene el país”, apuntó.