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En seis meses, la organización criminal denominada Cártel de Tláhuac ha tenido fuertes golpes en su estructura de mando durante operativos realizados por las Fuerzas Armadas y de seguridad.

Tras la caída de Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos, abatido por la Secretaría de Marina el 20 de julio del año pasado, quien tomó el mando fue Uriel Isaac, El Cochi, pero poco le duró estar al frente de la organización, puesto que el 11 de enero fue detenido en Monterrey, Nuevo León.

De inmediato se necesitaba a alguien al frente para seguir con el control de venta de droga en las delegaciones Tláhuac, Xochimilco, Tlalpan, Coyoacán y Milpa Alta, así como Chalco, en el Estado de México.

Fue entonces que Ricardo Ferro Pérez, El Peque o El Richi, se encargó del llamado Cártel de Tláhuac; sin embargo, los operativos para desarticular esa organización comenzaron a ser más constantes desde la caída de El Ojos; 16 días después de asumir el liderazgo, El Richi fue abatido por la Marina.

Información con la que cuentan las autoridades federales ubica al Cártel de Tláhuac operando por lo menos desde el año 2000, principalmente en la venta de marihuana y cocaína al menudeo.

Antes de su muerte, El Ojos, entonces de 48 años, era considerado como el líder de la organización al oriente del Valle de México. Lo que aprendió en las filas del Cártel de Los Beltrán Leyva y luego con La Familia Michoacana, Pérez Luna lo aplicó para crear su propia organización en la que participan sus familiares.

Uno de ellos es su hijo Miguel Ángel Pérez, El Micky, quien aunque se encuentra en el Reclusorio Norte por la muerte de un ex comandante de la policía ministerial del Estado de México, se presume que aún tiene mando dentro de la organización.

El Cártel de Tláhuac es catalogado como violento. Nacido el 5 de febrero de 1969, a El Ojos se le atribuyeron por lo menos 32 homicidios en los que participó directamente.

Además de operar en las delegaciones antes mencionadas, se tiene conocimiento que una de sus células es la que opera dentro de Ciudad Universitaria, donde se asentaron en el área de frontones.

Durante el operativo del 20 de julio en el que fue abatido El Ojos, el que logró escapar fue su ahijado Uriel Issac, quien se movió a Monterrey, junto con su esposa y sus hijos.

Desde ahí operaba las acciones de la organización vía telefónica, lo que ayudó a las autoridades a intervenir sus llamada y poder ubicarlo. Además, el Cártel de Tláhuac fue infiltrado, por lo que se conocían sus movimientos.

Se sabe que la organización tiene apoyo de la mayoría de los llamados mototaxis que circulan en Tláhuac y son ellos los que tienen la función de halcón para informar sobre la presencia de las autoridades.

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