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La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) llamó a continuar la investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre cuatro hechos violentos que ocurrieron la noche del 24 al 25 de marzo en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde fallecieron al menos ocho personas y resultaron heridas otras 14 personas, entre ellas, efectivos de la Secretaría de Marina (Semar).
El organismo consideró preocupante lo sucedido en la avenida Luis Donaldo Colosio, donde fallecieron dos menores de edad y su madre, y resultaron heridos otro menor y el padre, todos integrantes de una familia y recordó que la PGR, con base en sus peritajes, afirmó que estas personas fueron víctimas de disparos realizados desde un helicóptero de la Armada de México, con lo que rechazaron las versiones previamente difundidas por la Marina sobre los hechos.
La ONU-DH afirmó que de acuerdo con los “Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego” de la ONU, los cuales están incorporados por los militares mexicanos en su manual de uso de la fuerza, los marinos podrán usar sus armas de fuego, incluidas las incorporadas en helicópteros, sólo cuando sea estrictamente necesario.
Jan Jarab, representante en México de la ONU-DH, aseguró que “todo hecho en el que un agente del Estado ocasiona la muerte o heridas a una persona debe investigarse de oficio de manera completa, exhaustiva e independiente, en un plazo razonable”.
“Es responsabilidad del Estado aportar toda la información necesaria que acredite que se cumplió con los principios. La información de la Semar que niega que se realizaron disparos desde el aire y que luego atribuye la causa de las muertes a la presencia de grupos delincuenciales, irían en contra de estas obligaciones”, aseveró.
