Manuel Solís Parra, forma parte de los 43 detenidos que declararon en contra de Nestora Salgado, según la causa penal 196/2013-I en la que la candidata de Morena quedó libre por falta de elementos para procesar.
Dijo que al igual que el resto de los ejidatarios de Coapala, Atlixtac en Guerrero, fue convocado para una reunión ejidal en la que fue detenido por policías comunitarios.
“Nos amarraron de las manos hacia atrás con un lazo de plástico y acostados boca abajo de las camionetas en la parte de atrás sin decirnos a donde nos llevaban ni para qué”, relató.
Explicó que lo mantuvieron encerrado en una casa cerca de la iglesia de San José de la Hacienda, a nueve horas de la comisaría de su comunidad, junto con otras personas sin poderse comunicar con su familia.
Recordó que en el lugar los policías comunitarios de Olinalá, Guerrero mantenían a los presos en condiciones de hacinamiento.
“Orinábamos en algunas ocasiones en bolsas porque no había tazas de baño y lo hacíamos junto con los demás que también se encontraban privados de su libertad todos en el mismo cuarto”.
“Los policías comunitarios que nos cuidaban se paseaban afuera del cuarto donde estábamos y siempre con sus armas largas se turnaban por día, les preguntamos que cuándo nos dejarían ir con nuestras familias y nos decían que una vez que nuestros familiares dieran el dinero que les estaban pidiendo a cambio de nuestra libertad”, agregó.
Solís Parra recordó que policías estatales lo rescataron del lugar donde lo tenían junto con el resto de los presos y en su declaración reconoció a 13 policías comunitarios como los responsables de su cautiverio.