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Washington.— El juez Brian Cogan, al frente del juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán Loera, denegó a la defensa del narcotraficante la petición que exigía que se le entregaran supuestas pruebas de que no era el líder del Cártel de Sinaloa, sino un mero rango medio o lugarteniente de un jefe superior.
Desde hace algunas semanas y en la última audiencia previa al juicio que debe empezar el 5 de septiembre, la defensa de El Chapo, encabezada por Eduardo Balarezo, pidió que ese hecho sea pospuesto y solicitó a la fiscalía que entregue unos documentos en los que testigos evidenciaban que Guzmán no era el líder del cártel, lo que en su opinión desacreditaba el delito de ser el líder de una organización criminal.
“La evidencia de que el defendido está menos involucrado en el narcotráfico que otra persona o fue rival de otro narcotraficante no lo exculpa; al contrario, es inculpatorio, en tanto que todavía lo sitúa como una figura importante, potencialmente responsable de algunas de las conductas de las que se le acusa”, justificó el juez Cogan.
En la entrega de evidencias en juicios de Estados Unidos se estima que la acusación debe proveer a la defensa de todos los materiales que quiera usar en el juicio, así como las posibles pruebas que pudieran ayudar a la defensa en la búsqueda de la inocencia de su cliente.
Para Cogan, la información que tiene la fiscalía es “significativamente poco útil” para la defensa, ya que no es una prueba exculpatoria clara, como para que los abogados de El Chapo armen su estrategia.
Describir a Joaquín Guzmán como un simple rango intermedio del Cártel de Sinaloa era parte de la estrategia que estaba diseñando el equipo de Balarezo, o al menos eso dejó entrever tras la última audiencia. El abogado presentó por escrito y de forma confidencial al juez su plan para conseguir que Guzmán sea declarado no culpable.
En caso de que la defensa consiguiera convencer al jurado de que El Chapo no era el líder que la fiscalía asegura que es, podría derivar en que las 12 personas que tienen que decidir el destino del narcotraficante pusieran en duda los otros 16 cargos, dejando una puerta abierta a la exculpación o a un juicio nulo.