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La venta de droga en Ciudad Universitaria migró de lugar, hasta hace unos meses se concentraba en la zona conocida como Los Frontones, cerca de la Facultad de Ingeniería y de Contaduría, pero ahora los narcomenudistas operan en las llamadas Islas, en la zona declarada por la UNESCO como Patrimonio Mundial, entre la Biblioteca Central y la Torre de Rectoría.
EL UNIVERSAL realizó un par de visitas en días diferentes, la primera en viernes y luego en miércoles. Al cierre de la primera semana de clases en la Universidad lo que se observa en el pasillo de entrada a la Facultad de Filosofía y Letras es una fiesta donde se consume droga y cervezas.
Son las seis de la tarde, en el pasillo que se encuentra entre el Auditorio Justo Sierra o llamado Che Guevara y la entrada a Filosofía, jóvenes y personas entre 40 y 50 años conviven sin ninguna inhibición, fuman y consumen cerveza en latas o botellas.
Platican ante la música proveniente de un celular que ameniza con canciones de Pink Floyd, The Doors y Los Ángeles Azules. Ningún elemento de seguridad de la institución hace acto de presencia.
Casi enfrente del grupo se encuentra un cartel de 15x20 centímetros con la leyenda “¡EVÍTALO! Consumir bebidas alcohólicas dentro del campus será sancionado. Los artículos 95 y 97 del Estatuto General señalan como causas especialmente graves de responsabilidad universitaria: Ingerir, vender o proporcionar gratuitamente en los espacios universitarios bebidas alcohólicas o estupefacientes”.
El escenario visual lo rompe el ruido que sale de las manos de una señora que elabora gorditas, quesadillas y sopes. A su costado, un vendedor de tacos de canasta mete su mano para buscar tacos de frijoles, de chicharrón y servirlos a cuatro hombres que, con cerveza en mano, esperan.
En el recorrido hacia la Facultad de Derecho, una bola de humo se observa salir a lo lejos de entre un grupo de jóvenes que se encuentran en una jardinera cerca de las Islas.
Tres mujeres están sentadas frente a seis hombres, hacen un círculo, intiman, fuman cannabis sin ninguna inhibición, dos de los hombres del grupo toman cerveza en lata. Se pasan el cigarro que han forjado para compartir “una fumada”.
Las luces que resaltan el mural de O´Gorman en la Biblioteca Central, hacen destacar las sombras de quienes se han concentrado para realizar la fiesta de bienvenida al semestre.
A unos 30 metros, casi al centro de las Islas, una camioneta de Auxilio UNAM se encuentra estacionada. Mientras su conductor permanece dentro de ella sin hacer nada.
La noche cae en la Ciudad de México, miles de personas salen hacia el metro Copilco, la estación más cercana al circuito interior de CU, algunos se quedan en Ciudad Universitaria para consumir sus churros y chelas.
Cinco días después se realiza el mismo recorrido, en Los Frontones no se encuentra nada, son las 10 de la mañana y a un costado de la Biblioteca Central, rumbo a la Rectoría dos jóvenes que no sobrepasan los 20 años de edad, con pequeñas mochilas que cargan en sus hombros, venden marihuana sin ninguna restricción.
Desde temprano, presuntos estudiantes llegan a comprar la droga.
Se ve a un joven que viste una gorra vino y mariconera pegada al pecho, es fácil identificarlo. Se le pregunta: ¿Cuánto es lo menos? “Desde 20 pesos hasta lo que quieras”, dice. Todos siguen su camino, nadie se detiene ante ellos, ningún vigilante está a la vista de los narcomenudistas.
La UNAM y la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México mantienen una estrategia permanente que ha facilitado decenas de detenciones de vendedores y consumidores, informaron autoridades.
Resaltan que “el problema, cuyo origen no está en la UNAM, será difícil erradicarlo”, pero que permanecerá el combate a ese fenómeno con la participación de la comunidad.
El pasado 15 de agosto, el rector Enrique Graue Wiechers aseguró ante el Consejo Universitario: “Sí hemos disminuido en forma significativa la concentración del narcomenudeo en el campus central; no está eliminado, no nos hagamos ilusiones de esto; los delitos denunciados han disminuido en casi 50% en lo que va del año, ahí vamos”.
Entre febrero y marzo de 2017, en el marco del Operativo Coyoacán, fueron detenidas 42 personas en las inmediaciones de CU por venta de drogas.