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El día tan esperado, que había estado postergando, llegó. Entre autodefensas y expertos en seguridad, Andrés Manuel López Obrador presentó ayer su Plan Nacional de Paz y Seguridad que desarrollará durante los seis años de su gobierno.

Al Salón Nuevo León del Hotel Fiesta Americana llegaron invitados de López Obrador. Algunos de ellos polémicos por recientes declaraciones, como el jurista Diego Valadés Ríos, quien a pesar del tumulto se dijo optimista por el plan del tabasqueño, con quien —aclaró— nunca ha tenido una discrepancia.

Con su clásico sombrero, arribó el ex líder de autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles, quien llegó acompañado de michoacanos vestidos con playeras negras que los distinguían como autodefensas.

López Obrador entró por una puerta alterna a la principal y de inmediato los asistentes comenzaron a entonar Las Mañanitas, con motivo del cumpleaños 65 del morenista, el martes.

Al futuro presidente lo flanquearon los que se encargarán de la seguridad del país. Olga Sánchez Cordero (Gobernación) y Rafael Ojeda (Marina); Alfonso Durazo (Seguridad Pública) y Luis Cresencio Sandoval (Sedena). También los coordinadores de Morena en el Senado, Ricardo Monreal —que pasó gran parte del evento de brazos cruzados— y en Cámara de Diputados, Mario Delgado.

El futuro gabinete ocupó la primera fila, así como el presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo. Entre los invitados especiales estaban Santiago Nieto Castillo, Bernardo Bátiz y el ex titular de la SEIDO, Gustavo Salas.

Pero la gran ausente entre el mar de diputados federales y estatales, así como funcionarios de la próxima administración, fue la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky.

Acostumbrado a discursos de más de una hora, ayer López Obrador sólo alcanzó a hablar por 30 minutos. Y a pesar de que el eje del plan fue la Guardia Nacional, el tema no fue tan aplaudido como los lineamientos para el respeto a los derechos humanos en la estrategia de seguridad.

Incluso, al mencionar que atacará al crimen, primero con coordinaciones en los estados y regiones, fue interrumpido por varios de sus correligionarios con gritos para que atienda a sus estados. Se escuchó a lo lejos “¡Tamaulipas!”, “¡Chihuahua!”, “¡Estado de México..!”.

Los temas más aplaudidos fueron la protección a los derechos humanos y el compromiso de que nadie será desaparecido, torturado o asesinado por cualquier cuerpo de seguridad del gobierno.

López Obrador presentó al equipo que lo apoyó a conformar el plan. Además de Sánchez Cordero y Durazo Montaño, lo asesoraron Alejandro Gertz Manero, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Audomaro Martínez Zapata, el escritor Pedro Miguel, Alejandro Encinas, Julio Scherer y Lázaro Cárdenas Batel.

Pero el morenista sorprendió al lanzar “flores” al que será el titular de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, de quien dijo es un hombre honesto e incorruptible.

Previo, habló Durazo Montaño, quien se lanzó directo al afirmar que hay un grado de involucramiento del crimen organizado con protección de funcionarios públicos. Esto, a un día de que el abogado de El Chapo afirmó que el Cártel de Sinaloa dio sobornos a presidentes de México.

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