Este miércoles se prevé que Rubén Ramírez Cárdenas reciba una inyección letal. Fue condenado po r el asesinato y violación de su prima Mayra, ocurrido en febrero de 1997 en el Valle de Río Grande, en el sur de Texas.
El cuerpo de la menor de edad fue encontrado en un canal cerca de un lago. Ramírez sería el decimotercero mexicano en ser ejecutado en Estados Unidos y el doceavo en Texas.
Desde 1926, 12 mexicanos han sido condenados a pena de muerte y ejecutados por las autoridades estadounidenses. De ellos, sólo uno fue ejecutado en Virginia, el resto en el estado de la estrella solitaria.
EL UNIVERSAL revisó los archivos del Corredor de la Muerte del Departamento de Justicia Criminal de Texas y del Centro de Información de Pena de Muerte de Virginia: ellos son los mexicanos que han muerto por la pena de muerte y sus últimas palabras.
1.- Agapito Rueda.
Silla eléctrica. 1 de noviembre de 1926. Texas. Sin registro de últimas palabras.
2.- Emiliano Benavides.
Silla eléctrica. 8 de agosto de 1942. Texas. Sin registro de últimas palabras.
3.- Ramón Montoya Facundo.
Inyección letal. 25 de marzo de 1993. Texas.
Últimas palabras
: “Que Dios nos ayude. Estoy listo”.
4.- Irineo Tristán Montoya.
Inyección letal. 18 de junio de 1997. Texas.
Últimas palabras
: “Los esperaré en el cielo. Los estaré esperando. Amo a mi padres. Estoy en paz con Dios. Peleen por el bien.”
5.-Benjamín Mario Murphy
. Inyección letal. 17 de septiembre del 1997. Virginia
Últimas palabras:
“Hoy es un buen día para morir. Los perdono a todos ustedes y espero que Dios haga lo mismo”.
6.- Miguel Ángel Flores.
Inyección letal. 9 de noviembre del 2000. Texas.
Últimas palabras:
“Dios me está esperando. Dios espera ahora”.
7.- Javier Suárez Medina
. Inyección letal. 14 de agosto del 2002. Texas. Se salvó 14 veces.
Últimas palabras:
“Antes que nada, me gustaría pedir disculpas a la familia Cadena por cualquier daño y sufrimiento que les haya causado. Esta oportunidad nunca surgió antes. No es que no haya estado arrepentido, las cosas nunca funcionaron antes.
Por favor, perdónenme y espero que encuentren en su corazón lo necesario para perdonarme. La paz que encontrarán será una paz temporal, la verdadera vendrá a través de encontrarse con Cristo.
Rezo durante esta ejecución para que encuentren la paz que buscan. Entréguense a Cristo y encuentarán la paz a través de él.
Pensé mucho en su ser querido. Él estará esperando en el cielo por mí. Podré hablar con él y pedirle perdón personalmente.
A mi familia, le agradezco y le amo por estar ahí para ayudarme. Esto es sólo un escalón para llegar a casa.
La parte más difícil de todos los años que estuve en el corredor de la muerte. Para todas las personas que me apoyaron, siempre estarán en mi corazón, como siempre he estado en el suyo. Dios los bendiga. Manténganse alerta, nos vemos pronto. Perdóname por el dolor que les causé.
A toda la gente de México, me gustaría agradecerles por la ayuda. También los llevaré a todos y cada uno de ustedes en mi corazón. Si vas a protestar, no quiero que hagan nada loco contra estas personas. Han sufrido suficiente.
Larga vida a México. Levanten la bandera de México con honor. Gracias por todo. Los quiero.
A todos los que se encuentran en el corredor de la muerte, mantengan la cabeza en alto y los veré de nuevo. Realmente lo siento, pueden encontrar la paz en esto. Perdónenme por el dolor. Dios les bendiga, los amo a todos, y estoy listo para irme a casa."
8.- Ángel Maturino Resendiz.
Inyección letal. 27 de junio del 2006. Texas.
Últimas palabras
: “Quiero preguntarles si su corazón es capaz de perdonarme. No tienen por qué hacerlo. Yo sé que le permití al diablo controlar mi vida. Sólo les pido que me perdonen y le pido al Señor que me perdone por permitirle al diablo engañarme. Gracias a Dios por tenerme paciencia. No tenía derecho a causarles dolor. No se merecían esto. Obtengo lo que merezco”.
9.- José Ernesto Medellín Rojas.
Inyección letal. 5 de agosto de 2008. Texas.
Últimas palabras:
“Lamento que mis acciones causaran dolor. Espero que esto les dé lo que están buscando. No los odio por lo que me hicieron. Nunca albergué odio. Los amo. Adelante, guardia.”
10.- Humberto Leal García.
Inyección letal. 7 de julio de 2011. Texas.
Últimas palabras:
“Realmente lo lamento. Eso es todo. Lastimé a mucha gente. Todo toda la culpa. Lamento mucho lo que hice. Ojalá puedan perdonarme. Terminemos con este espectáculo, guardia. Una cosa más: ¡Viva México!, ¡Viva México!”.
11. Edgar Tamayo Arias.
Inyección letal. 22 de enero de 2013. Texas.
Últimas palabras:
No tuvo últimas palabras.
12. Ramiro Hernández Llanas.
Inyección letal. 9 de abril de 2014. Texas.
Últimas palabras:
“Estoy feliz. Lamento lo que hice. Digo esto con todo todo el amor y la alegría. No tengo dolor ni culpa. Sólo tengo amor”.