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La Guardia Nacional (GN) entra a municipios y regiones donde la violencia se desbordó, y opera de una manera diseñada para restablecer el orden social con protocolos de seguridad pública y respeto a los derechos humanos; sin duda, es una institución que llegó para quedarse, afirma el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado de la República, Eduardo Ramírez Aguilar (Morena).
En las tareas de la Guardia se incluyen el combate a la delincuencia organizada y coadyuvar con la investigación de delitos; además, tiene atribuciones en materia migratoria, para establecer las bases de una frontera sur más controlada, señala.
Entrevistado en su oficina del Senado, el legislador señala que la Guardia Nacional es federalista y tiene espíritu de cooperación y respeto hacia las entidades federativas y los municipios, y esto, subraya, es básico para el éxito de la nueva institución.
Ramírez Aguilar destaca la importancia de los foros sobre federalismo que impulsa el Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, para el análisis de grandes problemas del país, como la inseguridad.
EL UNIVERSAL, a propuesta del Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, alienta el debate de la cuestión del federalismo con el ánimo de contribuir a que se logren soluciones que requiere la sociedad mexicana...
—Un reconocimiento amplio al Licenciado Ealy Ortiz, porque ha generado foros regionales con la participación de académicos, investigadores, legisladores, gobernadores [y] funcionarios; además, se recogen en el norte, centro [y] sur del país los diferentes sentimientos y necesidades, así como ideas y propuestas.
¿Qué utilidad tendrá el estudio de los problemas con visión federalista?
—[El] federalismo es cooperación entre los tres órdenes de gobierno y los foros de análisis que alienta el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz enriquecen una propuesta que va a dar conclusiones [en el Senado], en una gran reforma constitucional que nos permita sentar las bases del México que quieren ver en el norte [y] en el centro, así como en el sur, que ha estado atrás, por décadas, de un desarrollo con justicia y sentido social.
En el tema migratorio, ¿la Guardia Nacional tiene facultades?
—Por supuesto que las tiene y quedaron establecidas [en la legislación] las reglas para que opere en fronteras, litorales, mares y tierra para poner orden y establecer la seguridad pública.
La Guardia Nacional tiene presencia [y] facultades para poder atacar este tipo de conductas y restablecer el orden social; tiene espíritu federalista, no centralista, para proteger la integridad de los mexicanos, su patrimonio, su tranquilidad individual.
Va acompañada por una serie de ordenamientos jurídicos que no teníamos, como la Ley Nacional de Registro de Detenciones, que tiene como objetivo cuidar que quienes sean sujetos de una detención cuenten con todas las garantías [para] que no haya tortura ni desaparición forzada.
Tenemos la Ley de Uso de la Fuerza y la Guardia Nacional nunca va a poder reprimir una marcha ni usar armas, esto quedó en la ley. [También], en sus ordenamientos tiene la disuasión verbal [y] presencial, y si no [funciona, tiene] el uso proporcional y racional de la fuerza pública.
¿Es una Guardia Nacional que respeta los derechos humanos?
—En el uso de sus atribuciones, respetar el uso de la fuerza [y] los derechos humanos es fundamental y, por el contrario, también hay un catálogo de delitos que es contra la indisciplina policial; las disposiciones de la Guardia Nacional son estrictamente rígidas y casi homologadas al sistema militar.
¿La Guardia no suplanta a las policías municipales?
—No las suplanta porque sus tareas son diferentes: la local previene el delito y es de proximidad; la Guardia Nacional previene el ilícito, pero además es la encargada de investigar con el mando del Ministerio Público y, sobre todo, de restablecer el orden en municipios y estados que así lo requieren.
¿En qué caso, por ejemplo?
—Veracruz ha tenido brotes de violencia y ahí se ha puesto a la Guardia Nacional. Con la investigación del delito se han dado detenciones extraordinarias, [en las que] se pone todo el aparato de inteligencia.
¿Qué puede ver el ciudadano en la Guardia Nacional?
—Una institución en la que pueden tener confianza. La Guardia Nacional es una policía que llegó para quedarse y hay que darle la confianza como se la damos a la [policía] municipal y, muchas veces, a la estatal.
¿Está de acuerdo con los operativos en la frontera sur?
—Como Senado de la República respaldamos totalmente que sea una frontera sur regulada, me lo han dicho mis paisanos de Tapachula y de 18 municipios fronterizos que han estado en la incertidumbre y zozobra porque no existía seguridad.
¿En cinco años la Guardia Nacional será una institución civil por completo?
—Es el tiempo que el Congreso otorgó al Presidente de la República [Andrés Manuel López Obrador] para tener acompañamiento de las Fuerzas Armadas. Después, estará compuesta 100% por civiles.
¿Cuál es el siguiente paso en materia de seguridad pública, desde la óptica federalista?
—Las policías municipal y estatal tendrán que recibir capacitación. Hoy, con el nuevo Sistema Penal Adversarial, ellas juegan un papel fundamental y la capacitación no ha llegado más que a juzgados y a algunas fiscalías.
Los cuerpos de seguridad pública aún están en completo estado de indefensión, y ello es responsabilidad plena de alcaldes y gobernadores.
¿Qué se necesita?
—A la sociedad le molesta e irrita que quien comete un delito, el día de hoy lo detienen, [pero] por una “puerta giratoria” está saliendo. Y esto nos motivó a ampliar el catálogo de delitos de la prisión preventiva oficiosa.
Muchos especialistas, académicos e impartidores de justicia dicen: “Estamos regresando al anterior sistema”, pero, ¿por qué? Porque la sociedad no está viendo resultados en la impartición de justicia.