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A seis meses de que se tuviera la última pista de los italianos Antonio Russo, de 25 años, Rafaele Russo de 60 años y Vincenso Cimmino, de 29 años, el paradero de los tres extranjeros sigue siendo un misterio.
Hasta ahora se tiene detenidos por este caso a cuatro policías de Tecalitlán y un comandante se encuentra prófugo, además de que en días recientes fue capturado José Guadalupe “N” El Quince, presunto jefe regional del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el sur de Jalisco y Colima, y quien estaría relacionado con la desaparición de los tres extranjeros.
El último punto en que pudo estar Raffaele Russo antes de desaparecer la tarde del pasado 31 de enero fue Tecalitlán, Jalisco, en la frontera con Tierra Caliente, Michoacán.
A dos kilómetros de ese lugar, ese mismo día por la noche se detectó la última ubicación de su hijo y sobrino Antonio Russo y Vincenzo Cimmino, quienes presuntamente fueron entregados por policías municipales a un grupo del crimen.
De acuerdo con las indagatorias sobre su desaparición, el principal responsable sería un sujeto identificado como Don Ángel, presunto líder del CJNG en esa región.
Parte importante de la reconstru-cción de los hechos fue Francesco Russo, quien desde la Ciudad de México tuvo el último contacto con sus tres familiares y se movilizó para rastrear el GPS de los dos vehículos rentados en los que desaparecieron los tres italianos.
Fue hasta el 19 de febrero que el caso cobró notoriedad, luego de que en un partido del Club Nápoles, en Italia, se desplegara una manta en las tribunas con la petición: “Liberen a los napolitanos en México”.
Ese día, la fiscalía de Jalisco intervino a la policía de Tecalitlán para investigar a sus elementos. Resultado de esto, las autoridades detuvieron a cuatro policías, quienes confesaron haber entregado a dos de los italianos a un grupo del narco.
En tanto, continúan en la búsqueda del director de la corporación, Hugo Enrique Martínez Muñiz, y de otros dos elementos.