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Como si se tratara de dos ciudadanos más, José María Yazpik y Johanna Murillo se unieron a las filas de personas que se dieron cita sobre paseo de la Reforma para alzar la voz por las mujeres. Ambos vestidos de manera sencilla, con pantalón de mezclilla y lentes obscuros, se detenían a saludar a aquellos que los llegaban a reconocer, pero sin buscar ser el centro de atención durante el evento.

Murillo, al ser cuestionada sobre qué la había llevado a unirse a este contigente, explicó: “Vengo a la marcha por la desesperación, porque no para esta tragedia, de que mueran y mueran mujeres en este país y nada pase, por la impunidad”.

Subrayó que incluso cuando la gente se una, muchos siguen siendo incrédulos ante este tipo de marchas y es precisamente eso lo que se convierte en el mayor obstáculo. “Yo creo que es algo que nos incumbe a todos y sobre todo cuando las cifras son así de alarmantes desde hace mucho tiempo. Tengo hermanas y amigas, se unieron un montón y venimos todas”.

De buen humor, sonriente y respondiendo las preguntas que se le hacían al mismo tiempo que caminaba entre muchas mujeres, Yazpik destacó la importancia de crear conciencia más allá de los géneros y subrayó que se unía por respeto a las mujeres que están presentes en su vida.

“Me preocupa que se esté viviendo esta situación en México, me preocupa porque soy hijo, tengo hermana, porque tengo hija, porque tengo novia, porque tengo amigas.

Como dijo Krauze, un país que mata a sus mujeres es un país que se suicida. Estamos aquí para apoyar esto y es totalmente entendible el enojo, pero aquí las protagonistas son ellas ahorita”, afirmó.

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