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La extradición a Estados Unidos de Dámaso López Núñez, El Licenciado, marca un parteaguas en lo que se refiere al intercambio de información criminal entre los gobiernos estadounidense y mexicano, aseguró el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República (PGR), Alberto Elías Beltrán.
El funcionario informó que durante la madrugada de ayer se entregó al capo sinaloense a agentes de la DEA y del FBI en el Aeropuerto Internacional de Ciudad Juárez, Chihuahua, para ser procesado por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Este de Virginia, por su probable responsabilidad en la comisión de los delitos de asociación delictuosa y contra la salud. Tendrá su primera audiencia el próximo lunes.
En un comunicado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) subrayó que “agradece al gobierno de México por su ayuda en este caso” y confirmó que López Núñez fue trasladado de inmediato a prisión.
Para el fiscal Zachary Terwilliger, del Distrito Este del estado de Virginia, la extradición de López Núñez es un “reflejo de los años de colaboración y cooperación”, no sólo de varios departamentos del gobierno de Estados Unidos, sino también con las autoridades de México.
Elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y del Ejército Mexicano trasladaron a El Licenciado en un helicóptero de la PGR del penal federal 9 Norte a la terminal aérea, donde fue ingresado a un avión oficial estadounidense.
Según las imágenes difundidas por la PGR, el narcotraficante era el preso 4073, número que llevaba en el uniforme color beige que portó mientras estuvo en prisión en Ciudad Juárez. Se le notó relajado y por momentos sonriente.
El subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, en suplencia del procurador general de la República, Alberto Elías Beltrán, afirmó que México y Estados Unidos han desarrollado una colaboración sin precedentes, dirigida al desmantelamiento de organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa, del cual López Núñez era un integrante de alto rango y ahora es considerado en aquella nación como testigo clave en el juicio que inicia en septiembre próximo contra Joaquín El Chapo Guzmán, su compadre, en una corte de Nueva York.
El funcionario dijo que tanto para la PGR como para el Departamento de Justicia estadounidense hay un interés jurídico para que el juicio y la sanción contra Guzmán Loera sean exitosos.
Respecto a las causas penales que enfrenta Dámaso López en México, anunció que el Ministerio Público solicitará a cada uno de los jueces se suspenda el proceso, a efecto de no violentar garantías y estar en posibilidad de reanudarlos una vez que se defina su situación jurídica en Estados Unidos.
Elías Beltrán recordó que el imputado se encuentra sujeto a dos causas penales: una en la Ciudad de México por la probable comisión del delito contra la salud, en la modalidad de posesión con fines de comercio del sicotrópico denominado metanfetamina.
La segunda causa se lleva en Jalisco por delincuencia organizada, en la modalidad de cometer delitos contra la salud. También tiene abierta una carpeta de investigación por su presunta responsabilidad en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Refirió que Estados Unidos se comprometió a promover la colaboración de El Licenciado con la PGR, a fin de esclarecer casos que se encuentran en investigación en México, a través de los instrumentos bilaterales en materia de asistencia jurídica mutua.
Además, informará sobre cualquier cambio de estatus jurídico de López Núñez, ya sea como detenido o testigo, incluyendo su liberación de prisión tras haber concluido su juicio y la posible deportación a México después.
Estados Unidos también notificará y actualizará datos sobre los cargos que la justicia de ese país le imputa a López Núñez y sobre el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, el cual sigue pendiente en la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York.
Si el narcotraficante decide colaborar con el gobierno de Estados Unidos, el Departamento de Justicia prometió alentar al procesado a proporcionar la información a la PGR sobre la conducta criminal que pudo haber cometido dentro de México.
El Licenciado fue detenido en mayo del año pasado por elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR y del Ejército, en la colonia Anzures de la Ciudad de México, en cumplimiento de una orden de aprehensión girada en su contra.
Las autoridades lo internaron en el Centro Federal de Readaptación Social Número 9 Norte, en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde tres días después de su captura le fue cumplimentada una orden de detención provisional con fines de extradición por reclusión. El 22 de enero pasado, la Secretaría de Relaciones Exteriores dictó el acuerdo mediante el cual concedió la extradición de López Núñez al gobierno de Estados Unidos.
De ser declarado culpable se enfrentaría a penas de entre 10 años y cadena perpetua.
López Núñez no fue el único presunto miembro del Cártel de Sinaloa extraditado el viernes desde México a Estados Unidos. El DOJ anunció que las autoridades mexicanas también enviaron a El Paso, Texas, a Arturo Lozano Méndez, alias Garza, acusado de traficar “cantidades masivas” de marihuana y cocaína, así como de ser el responsable de los almacenes de droga del Cártel de Sinaloa en Juárez.