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Los oficiales de la Policía Federal que no pudieron ingresar a la Guardia Nacional porque no dieron el peso ideal ni la masa corporal son transferidos al Instituto Nacional de Migración (INM) para apoyar en la contención de extranjeros en las fronteras sur y norte del país.
Al menos 625 agentes de la División de Fuerzas Federales y de la Gendarmería fueron enviados desde el pasado 15 de junio a Veracruz, Chiapas, Quintana Roo, Oaxaca, Campeche, Coahuila, Sonora y Chihuahua, donde ya participan en retenes y operativos de vigilancia en las rutas de paso de los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos.
Los elementos fueron condicionados por sus mandos de que si no aceptaban irse de comisión al INM por seis meses o lo que dure la emergencia migratoria, no podrán realizar nuevamente el examen de ingreso a la Guardia Nacional, ya que “muchos no cuentan con el peso ideal que se requiere”.
En un audio en poder de EL UNIVERSAL se escucha al titular de la División de Fuerzas Federales, Raúl Ávila Ibarra, tratar de convencer a un grupo de agentes para que se pasen al INM, que “paga más que la Policía Federal”.
Ante la inminente desaparición de la Policía Federal, Ávila Ibarra asegura a los oficiales que de no aceptar, la única opción que tendrán es el Servicio de Protección Federal o la baja de la corporación, puesto que a finales de este mes la División de Fuerzas Federales pasará a la Guardia Nacional.
“Para el día último [de este mes] esta división tiene que pasar a la Guardia Nacional, haremos la entrega de todo el equipo y todo lo que se tenga que hacer. Administrativamente nosotros seguiremos pendientes de todos los procesos de cada uno de ustedes”, señala.
Ávila Ibarra les explica que estarán comisionados al INM con el sueldo y todas las prerrogativas de ley, además de que tendrán seis meses o más para atender su situación física “que pudieron haber notado en el examen”.
“Es decir, que los que estemos pasados de peso tendremos mínimo seis meses para hacer un plan que no esté tan duro y poder tomar los parámetros que nos están pidiendo. Como muchos de ustedes, no di el peso que se requiere y es un compromiso y en su momento será mi decisión, muy personal, si continuamos o buscamos una opción”, señala.
Afirma a los elementos que son un grupo privilegiado, “al menos en el factor suerte que tienen ahorita, los demás no van a tener esa opción. O cumplen con el requisito o no van a tener esa opción”.
Explica que una vez concluida la comisión también pueden tomar la decisión de permanecer en el Instituto Nacional de Migración y si regresan a la Policía Federal será en el entendido de que tendrían que pasar otra vez la evaluación médica y si la pasan deberán hacer el curso de inducción que se está llevando a cabo ahorita de siete semanas y una vez concluido estaríamos ingresando a la Guardia Nacional, quien cubra esta ruta”.
Aunado a lo anterior, los agentes incorporados al INM se quejaron a través de redes sociales de las condiciones en la que están laborando en los estados a los que fueron asignados para apoyar.
Denuncian que duermen a la intemperie y que realizan su trabajo en “unidades descubiertas, sin impermeable ni equipos balísticos ni armas para repeler alguna agresión”.
“A partir del 15 de junio quedamos comisionados al Instituto Nacional de Migración, pero nos mandaron a los campos militares y de ahí nos están trasladando uniformados en unidades descubiertas, siendo con ello vulnerables ante todo, ya que no traemos ni equipos balísticos ni armamentos para repeler alguna agresión a nosotros”, asegura un agente que pidió no ser identificado.
Acusa que fueron trasladados “con engaños” a instalaciones militares en Veracruz, Chiapas, Quintana Roo, Oaxaca, Campeche, Coahuila, Sonora y Chihuahua.
Responsabiliza al titular de la División de Gendarmería, Benjamín Grajeda, y al secretario general de la Policía Federal, Abraham Rodríguez Solís, de las condiciones en las que están laborando y de lo que les llegue a ocurrir a los elementos.
Desde mayo pasado, los agentes de la Policía Federal se han quejado del trato que nuevas autoridades le han dado a la corporación en vías de desaparición. Los agentes que formarán parte de la Guardia Nacional denunciaron que son capacitados en aulas improvisadas y al aire libre en el Campo Militar 37-C de San Miguel de los Jagüeyes, y en la Base Aérea Militar Número 1 de Santa Lucía, ambos el Estado de México.
De acuerdo con una denuncia, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) acondicionó campamentos con lonas verdes con bancas.