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El capo José Alfredo Cárdenas Martínez, "El Contador", fue durante un tiempo el enlace con su tío, Osiel Cárdenas Guillén, "El Mata Amigos", quien desde el penal de El Altiplano, en el estado de México, dirigió al Cártel del Golfo, hasta que fue descubierto por la Procuraduría General de la República (PGR), debido a las llamadas telefónicas que hacía.
El capo detenido es hijo de Agustín Cárdenas Guillén, hermano de Osiel. Para evitar ser detenido por las autoridades federales, el presunto narcotraficante, de 37 años de edad, se movía entre las ciudades de Brownsville, Texas, en Estados Unidos, así como Matamoros, Tamaulipas y el estado de México.
Las autoridades tamaulipecas le atribuyen la ola de violencia en la ciudad fronteriza de Matamoros, dentro de la lucha por el control de la plaza y por la dirección del Cártel del Golfo.
Las autoridades precisan que "El Contador", también conocido con los sobrenombres de "El Sobrino" o "El Comandante Cortez", se disputaba el liderazgo del Cártel del Golfo con el grupo de Luis Alberto Blanco Flores, "El M28" o "Comandante Pelochas", en la localidad de Río Bravo, Tamaulipas.
En alianza con Petronilo Moreno Flores, Cárdenas Martínez mantenía un férreo enfrentamiento armado con Blanco Flores, quien a su vez pactó con el recién abatido Humberto o Steven Loza Méndez "El Comandante Betito" o "Betillo", uno de los objetivos prioritarios del gobierno del estado de Tamaulipas.
La agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), ubica al violento delincuente como uno de los líderes del mencionado grupo criminal, junto con José Antonio Romo López, "Don Chucho".
En su informe de 2017, la Administración para el Control de Drogas del Departamento de Justicia de de Estados Unidos señala que la organización delictiva el Cártel del Golfo ha experimentado una rápida rotación en el liderazgo y mantiene su base de poder en el estado de Tamaulipas.
