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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Joaquín Guzmán Loera recibirá este jueves la primera visita de un familiar en su encierro en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos, lo que puede determinar el futuro de la composición del equipo de defensa de El Chapo de cara al juicio por narcotráfico que enfrenta en Nueva York.
Todo indica que será su hermana Bernarda, quien el lunes asistió a la última audiencia de preparación del juicio, la que entrará al Metropolitan Correctional Center (MCC).
Los abogados no quisieron confirmar los datos, limitándose a detallar que “una persona muy cercana a él” será la que se reúna con el capo durante dos horas, separados por una reja, en una conversación que será vigilada por la fiscalía.
El encuentro será importante porque el familiar que se vea con el narcotraficante puede ser la llave que abra la puerta a que el equipo estelar que El Chapo quiere contratar pueda entrar en el caso y cobrar honorarios. Desde que la semana pasada se divulgó que cuatro abogados de alto nivel querían entrar al caso, se intuyó una lucha legal para dirimir con qué dinero se les pagaría.
En la audiencia del lunes era un tema que se esperaba debatir, pero el juez Brian Cogan no lo permitió. La defensa, todavía de oficio, expresó hace días su temor a que la fiscalía incaute cualquier monto abonado a los juristas alegando dudas sobre su procedencia. El intento de obligar al gobierno a garantizar que no decomisará los honorarios falló.
“No voy a presionar al gobierno para que no lo haga”, declaró el magistrado. Dejó vía libre a la fiscalía para perseguir el dinero que fluya de las arcas de Guzmán Loera hacia el equipo estelar, en el que están Jeffrey Lichtman y Eduardo Balarezo.
La visita a El Chapo por parte de un familiar cercano debería servir para negociar y decidir si el narcotraficante puede pagar los honorarios. La información se pasará a los abogados y ellos decidirán si corren el riesgo de entrar a un caso complejo por el que quizá nunca recibirán recursos.
“Una vez que se vea con su familia, esperamos que poco después estaremos listos para ser contratados, entrar y luchar el caso”, dijo Lichtman a los periodistas a la salida de la audiencia. Según Balarezo, no hay síntoma de que la fiscalía vaya a cambiar su idea “hipócrita” de exigir que el delincuente deje de ser representado por abogados de oficio, a la vez que no le permiten usar su dinero.
“Es un riego y lo sufrimos nosotros”, añadió Lichtman. “Nos han puesto en una posición en la que no se nos puede asegurar que nuestro trabajo va a ser pagado y, por tanto, cómo vamos a entrar”, resumió Balarezo.
Saber que van a tener el dinero les permitirá saber si serán “capaces de contratar el equipo necesario” para un caso tan complejo, entre otras cosas, detalló.
“A estas alturas, lo primero que tenemos que hacer es confirmar que podemos ser contratados. Tras el jueves tendremos alguna idea de cuándo y cómo”, aclaró Lichtman.
La decisión será trascendental y tiene que ser tomada a la brevedad posible, puesto que los abogados confesaron no tener “otra opción” para ponerse al día en el juicio. Si deciden formar el equipo defensor, el juez Cogan les advirtió que no les permitirá salir de él.
Se espera que el criminal y su familiar discutan en su visita “cómo y si es que van a poder pagar los honorarios de los abogados”.
Los especialistas van a tener que decidir si es posible recibir esos recursos, están dispuestos incluso a discutirlo con el gobierno, sin que la fiscalía los decomise.
“¿Puedo asegurar que vamos a ser su defensa [en este caso]? No puedo. No sé qué va a pasar mañana. Aseguro que estamos esperanzados, que estamos dedicados, somos un equipo de abogados de primer nivel”, declaró Lichtman.
“Creo que en la próxima semana vamos a saber algo más concreto”, aseguró Balarezo.
La próxima semana se sabrá si los cuatro, o alguno de ellos, quiere formar parte del equipo que estará presente en la próxima audiencia de Guzmán Loera, fijada para el 6 de noviembre en la misma sala del juzgado federal de Brooklyn. Ésta se convertirá en la penúltima vista preparatoria para un juicio que deberá iniciar el 16 de abril de 2018.