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Los elementos de la Policía Federal linchados por pobladores de San Juan Ixtayopan, Tláhuac, en 2004, serán condecorados post mortem este lunes como agentes que entregaron su vida e integridad física en la tarea de proteger a los ciudadanos, durante la ceremonia por el 90 aniversario de la corporación, que se realizará en el centro de mando de Iztapalapa.

La tarde del 24 de noviembre una multitud de personas incitadas por Alicia Zamora Luna La Gorda, y su esposo Eduardo Torres Montes, agredió con palos, piedras y tubos a los suboficiales Édgar Moreno Nolasco, Cristóbal Bonilla Colín y al inspector Víctor Mireles Barrera, los confundieron con secuestradores e ignoraron que desarrollaban una investigación sobre narcomenudeo en la comunidad de la delegación Tláhuac, hoy azotada por el grupo criminal denominado Cártel de Tláhuac.

Los agentes Bonilla Colín y Mireles Barrera murieron quemados a manos de los pobladores, quienes los retuvieron por varias horas, mientras que Moreno Nolasco alcanzó a ser rescatado de entre la turba por integrantes de la Policía Judicial de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, entregará la condecoración “Caballero Águila”, la más alta que otorga la Policía Federal, a los familiares de los fallecidos.

En tanto que Édgar Moreno Nolasco, el único sobreviviente, recibirá una mención honorífica por las acciones sobresalientes llevadas a cabo en el ejercicio de sus funciones.

Moreno Nolasco es hoy comisario y un alto mando de la División Científica, quien a pesar de los hechos ocurridos, en los que murieron sus compañeros Cristóbal Bonilla Colín y Víctor Mireles Barrera, decidió permanecer en las filas de la institución.

“Se tenía un pendiente histórico fundamental”, admitió el comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla, quien dijo que “es un caso de cobijo institucional (...) para que gente como Édgar Moreno sigan hoy, después de esas vivencias, siendo parte de la corporación”.

Los tres agentes fueron descubiertos por pobladores del pueblo de San Juan Ixtayopan cuando realizaban trabajos de inteligencia sobre actividades de narcomenudeo, bajo el mando de la Coordinación General de Inteligencia de la entonces Policía Federal Preventiva (PFP).

Moreno Nolasco alcanzó a ser rescatado de la turba enardecida por policías judiciales y lo trasladaron al Hospital de Xoco, donde llegó en estado grave por los golpes que recibió.

Moreno Nolasco narró que aquel día llegaron vestidos de civil a bordo de un vehículo para indagar sobre una casa de seguridad vinculada con actividades de venta de droga, pero al ser descubiertos fueron agredidos por vecinos, que se convirtieron en una turba.

Tras el linchamiento, fueron destituidos el suboficial de la Unidad de Inteligencia y Terrorismo de la entonces PFP, Jesús Berman, y el subinspector Manuel Ángel García, jefe directo de Nolasco, quien recibió dos llamadas de auxilio esa noche.

El ex presidente Vicente Fox separó del cargo al comisionado de la PFP, José Luis Figueroa, y al entonces secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSP), Marcelo Ebrard.

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