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Poner rejas en el área del frontón cerrado y en la conocida como Los Bigotes no elimina el problema de narcomenudeo en Ciudad Universitaria, “se pusieron porque [los vendedores de drogas] se habían apoderado” de algunos espacios y era difícil identificarlos, explicó el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers.
En la sesión de Consejo Universitario, la Comisión de Seguridad dio a conocer 10 medidas para mejorar la seguridad en los planteles universitarios, mientras el rector respondió a los cuestionamientos de los consejeros sobre la colocación de las vallas.
“A mí no me gustan las rejas, entiendo que ponerlas no elimina narcotraficantes en nuestra universidad, están y se pusieron porque se habían apoderado de partes que eran nuestras e impedía su correcta identificación”, subrayó.
Enfatizó que “la presencia de ellos escondiéndose atrás de los árboles impedía la clara identificación, esa es una de las razones de la puesta de la rejas”.
El rector informó que de enero a junio de este año han sido detenidos 13 narcomenudistas, gracias a que se logró su plena identificación. Reveló que el área Jurídica de la UNAM presentó hasta ahora 134 denuncias, de las cuales sólo dos están relacionadas con la venta de droga y el resto, 132, con violencia de género.
En la sesión, que duró más de siete horas y se realizó en la Antigua Escuela de Medicina, la Comisión Especial de Seguridad presentó su informe en el que anunció que la UNAM, en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de México, avanza en las 10 acciones implementadas en mayo para mejorar la seguridad en Ciudad Universitaria.
EL UNIVERSAL informó al inicio del actual ciclo escolar que se reforzaron las medidas de seguridad en Ciudad Universitaria. Directores de las facultades, escuelas, institutos, centros y programas de la universidad acordaron mantener vigilancia permanente en los accesos a las instalaciones, reforzar la iluminación en zonas del campus, ampliar el número de cámaras, instalar nuevas bases de vigilancia, mejorar la seguridad en el transporte, incrementar el patrullaje por las noches y continuar con el combate a la venta de droga.
Graue aseguró que las rejas se retirarán en la medida en que se desarticulen los grupos de narcomenudistas que siguen operando. Mientras tanto, destacó, la UNAM continuará con la ruta de detectar puntos de distribución.
Dijo que evaluarán la posibilidad de crear un centro de atención de adicciones en la UNAM, lo que fue bien recibido.
El presidente de la comisión, Jesús Salinas, informó que algunas de las acciones entraron en operación inmediatamente, y las restantes se ponen en marcha de forma paulatina.
“La comisión recibió información de la Secretaría de Atención a la Comunidad Universitaria acerca de las acciones que se iniciaron y que tendrán como objetivo final: la sustitución de 700 luminarias, la mejora de la videovigilancia con más de 75 cámaras, la recuperación de senderos seguros en las zonas aledañas al frontón cerrado y a la Facultad de Filosofía y Letras”, precisó.
Tras la presentación del informe, varios consejeros demandaron la profesionalización de los cuerpos de seguridad y vigilancia de la UNAM.
El consejero Jesús Hernández consideró que el problema de violencia que azota al país pega a la UNAM.
“Hay inseguridad en la mayor parte de los estados y esto, sin duda, en la UNAM nos ha llegado, y celebro que el rector reconozca los problemas que tenemos”, señaló Adrián Pedroza, integrante del STUNAM y también consejero.
Al concluir el Consejo Universitario de la UNAM exigió a los tres niveles de gobierno garantizar la seguridad de los universitarios y que no haya impunidad contra los responsables de ilícitos cometidos contra integrantes de la comunidad.
Al rendir su primer informe del año, Salinas Herrera expresó su respaldo a las medidas implementadas por el rector contra el narcomenudeo. “Nos sumamos de manera abierta y decidida a la indignación de la universidad”, dijo.
