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Abril fue considerado por el Centro Católico Multimedial (CCM) como un mes negro y violento.
A través de su editorial, el organismo religioso lamentó las muerte de tres sacerdotes, el deceso de los tres jóvenes cineastas de Jalisco que fueron disueltos en ácido y los otros de Ciudad Victoria, quienes fueron atacados en su preparatoria.
Entre 1990 y 2017 se han perpetrado en México 72 homicidios de ministros de la Iglesia católica, un c ardenal y 49 sacerdotes, él último fue Moisés Fábila, presbítero de la Basílica de Guadalupe, quien fue encontrado muerto en Cuernavaca, Morelos.
En la actual administración, que comenzó en diciembre de 2012, hasta la fecha, los ataques a religiosos se han intensificado. EL UNIVERSAL ha llevado puntual el conteo: 24 párrocos han sido ultimados, dos más fueron secuestrados y dos permanecen desaparecidos, también existe un registro de 850 extorsiones y amenazas de muerte, por ello, el país está considerado el más peligroso para ejercer el sacerdocio, un título que no ha perdido durante los últimos nueve años.
En la publicación del CCM no sólo se condena que en menos de una semana se reportaron las muertes de tres curas, sino que en el país persistan noticias de agresiones donde la juventud es blanco del crimen.
“Todos los días hay niñas o adolescentes desaparecidas; cada semana, hay jóvenes involucrados en la comisión de delitos de alto impacto, cotidianamente son presa del crimen organizado para reclutarlos como sicarios ante las carencias de empleo y la falta de oportunidades cancelando cualquier futuro decente”.
Al referirse a abril como un mes negro, se advierte que no es “sólo por el dolor que embarga a la Iglesia ante la muerte de sacerdotes bajo circunstancias violentas. Lo fue también por emblemáticos casos que revelan las condiciones dramáticas, difíciles y espantosas poniendo en riesgo más que las instituciones o la permanencia de las entidades políticas. Se juega nuestra vida social misma”, advierte.
El artículo señaló que la sociedad mexicana haya sido “bombardeada por la cascada de información relativa al desprecio, sometimiento y degradación de la vida”, al tiempo que se corre una competencia por el poder político.
“Se valen del miedo de los mexicanos, obnubilando la auténtica responsabilidad del oficio de la política echando mano del no veo, no oigo y no escucho, destruyendo así nuestro tejido social”.
El órgano católico aseguró que la crueldad de este mes que termina fue peor a otros porque tuvo víctimas específicas: los jóvenes.
“ Esos que son objeto de labia y de los tentáculos de políticos y candidatos, mismos que se extienden por ser el voto más preciado en este proceso electoral”, indicó. Recordó que la semana pasada se reveló que tres estudiantes de cine de la Universidad de Guadalajara fueron “borrados de la existencia consumiéndolos en ácido”, y que el responsable es presuntamente un joven rapero que se alquiló por 3 mil pesos.
“Su poder eran las redes sociales con acordes de apología estridente de odio y furia”.
Mencionó, además, al sacerdote de 33 años de la Arquidiócesis de Guadalajara, quien fue acribillado en una parroquia, “lugar que se supone seguro, confiable y respetable por ser recinto sacro. pero las balas certeras le mataron”.
Agregó que en Ciudad Victoria,Tamaulipas, jóvenes fueron atacados en su preparatoria por un comando armado, “son víctimas colaterales de un frustrado secuestro. Los agresores también eran jóvenes dedicados al delito quienes no tuvieron razón ni corazón para propiciar esta destrucción”, destaca.
El CCM resaltó que este “abril negro”, es también el mes 43 desde la desaparición de otros 43 jóvenes en septiembre de 2014.
“Como afirmó el papa emérito Benedicto XVI, nuestros jóvenes no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sintiéndose así profundamente inseguros”, manifiesta el CCM en su texto.