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Elementos del Ejército y de la Procuraduría General de la República (PGR) abatieron en Culiacán a Luis Alfonso Murillo Acosta, El Güero Ranas, operador del Cártel de Sinaloa, identificado como uno de los coordinadores del ataque a un convoy militar en 2016 en el que murieron cinco efectivos y 12 resultaron heridos.
Al cumplimentar una orden de cateo en un inmueble de la capital sinaloense los militares y policías ministeriales fueron atacados con armas de fuego por sujetos que se encontraban dentro del mismo, por lo que repelieron la agresión.
Al tratar de huir, Murillo Acosta fue abatido en el enfrentamiento junto con Víctor Jasiel Mendívil, El Primo, informó la Procuraduría General de la República en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
A la 1:30 de la mañana del martes, sobre la calle Séptima y la avenida de las Flores, fuerzas federales cercaron una amplia zona, por lo que civiles al percatarse de su presencia dispararon en su contra desde una casa.
Según versiones extraoficiales de policías municipales que apoyaron el operativo, con el cierre de varias calles aledañas El Güero Ranas y Víctor Jasiel Mendívil, El Primo, intentaron huir a bordo de una camioneta blanca, en cuyo interior resultaron muertos.
En el lugar de los hechos dos personas del sexo masculino y una mujer, presuntamente vinculada en forma sentimental a Luis Alfonso, identificado por las autoridades federales como el operador de la venta de combustible robado, fueron detenidas dentro de una vivienda.
Se conoce que al Güero Ranas se le atribuye tener el control por parte del Cártel de Sinaloa de la distribución de gasolina robada en varios fraccionamientos, entre ellos Alameda, Los Huertos y en la colonia Lomas de Rodriguera, donde fue abatido por elementos del Ejército.
Arturo “N” y Cinthya Darlene “N” resultaron heridos y se encuentran en calidad de detenidos.
Derivado de investigaciones de gabinete y campo, se estableció que Murillo Acosta era el principal generador de violencia en Culiacán y se encargaba de coordinar la ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos; además, se presume su participación en la venta y distribución de droga en la zona.
