El sismo de magnitud 7.7 grados registrado ayer, con epicentro en Coalcomán, Michoacán, se sintió en por lo menos 20 entidades del país, sobre todo localizadas en las regiones Centro y Bajío de México.
Aunque según las autoridades de dichos estados los daños materiales reportados fueron en su mayoría menores, el movimiento telúrico causó sorpresa en territorios donde la percepción de los mismos ha sido históricamente baja.
Un ejemplo de ello es Zacatecas, donde el temblor se sintió en municipios del sur, como Jerez, Tlaltenango, Jalpa, Villanueva y Juchipila.
En las redes sociales, los zacatecanos externaron su asombro y compartieron videos de los municipios de Tlaltenango, colindante con el estado de Jalisco, donde la gente evacuó casas, oficinas y escuelas.
Los sinaloenses fueron sorprendidos también. En la zona costera del municipio de Escuinapa, cerca de los límites con Nayarit, se reportó que vecinos de Teacapan y Cristo Rey sintieron los efectos del sismo.
En Durango, autoridades reportaron que algunos de sus municipios percibieron el movimiento, por lo que se activaron protocolos de revisión.
El sismo generó además la suspensión de clases del horario vespertino en Aguascalientes, Jalisco y Nayarit. Mientras, en Colima la suspensión se extendió también al martes, lo mismo que en 10 municipios de Michoacán.
Un recuerdo amargo
Entidades federativas del país que sufrieron daños considerables hace cinco años con un temblor de magnitud 7.1, también en 19 de septiembre, registraron principalmente crisis nerviosas.
Un ejemplo fue Morelos, donde el sismo se sintió con fuerza, mientras realizaban los eventos para honrar la memoria de las víctimas mortales de 2017.
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