El cónsul general de México en Montreal y Quebec, Alejandro Estivill Castro, advirtió que los gobiernos de México y Canadá acordaron revisar y modernizar el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT), para hacerlo más integral, con una visión más amplia de movilidad laboral y que no sólo sea para jornaleros que trabajan en granjas canadienses, sino para otros sectores, como los servicios, la construcción e incluso empleos de alto nivel.

En entrevista con EL UNIVERSAL, luego de que este diario diera a conocer denuncias de maltrato, hacinamiento y explotación contra jornaleros mexicanos en una granja de la provincia de Quebec, defendió las bondades del acuerdo, vigente desde 1974, pero reconoció que se requiere revisarlo, modernizarlo, hacerlo más robusto y amplio.

Respecto a las denuncias de maltrato, hacinamiento y explotación extrema con jornadas hasta de 16 horas diarias de trabajo en la Granja Les Entreprises Pitre, donde de los 200 trabajadores más de 50 son mexicanos, el diplomático reconoció la situación y dijo que se sancionó por parte del consulado a este negocio.

“Alertamos cuando hay denuncias de trabajadores o por las visitas que los consulados realizamos. Hay una mayoría de granjas que cumplen, pero sí se han dado algunos problemas”.

Refirió el tema de la granja Les Entreprises Pitre y dijo que en octubre recibieron las denuncias: “Atestiguamos lo que ocurría. Llegó a tener 51 mexicanos. Entrevistamos a la mayoría, tomamos fotografías y no nos gustó el hacinamiento. Lugares no adecuados, como las cocinas y baños, eran estrechos. Tuvieron la prisa de levantar las cosechas de fresa, lo que provocó jornadas muy largas, de hasta 16 horas, que sí pusieron a los trabajadores de mal humor. Trece mexicanos se fueron de la granja. Desde el punto de vista del consulado lo expusimos a la autoridad canadiense”, agregó.

El cónsul expuso: “Nosotros sí lo consideramos y colocamos la granja en algo que llamamos sanción. Como los dueños garantizaron correcciones a las habitaciones, de trato y jornadas, no eliminamos 100% los trabajadores, pero sí reducirlos y mantener una vigilancia muy estrecha por parte del consulado, para restablecer las condiciones de vivienda y de trato para los trabajadores”.

Si bien la mayoría cumple con condiciones aceptables, en esa granja no hay un elemento dentro de la ley canadiense que implique una mayor sanción, “se puede decir que en el tema de trabajadores la vamos a reducir y a vigilar mucho. La autoridad canadiense no sancionó, pero sí aceptó con nosotros darle una vigilancia estrecha para que todos los elementos que tengan sean muy bien vigilados.

“Un dato importante es que 80% u 85%, dependiendo del año, estos trabajadores que se llaman nominales toman la decisión voluntariamente de retornar al programa, les parecen correctos los resultados y por ello se vuelven a inscribir”, dijo.

Asimismo, expuso que la autoridad canadiense, que se conoce como Integrity, “nos dijo que 95% a 97% de las granjas cumplen con todos los requerimientos y hay ejemplos de granjas comprometidas”.

Respecto a las denuncias de abandono por parte de la red consular mexicana a este sector en Canadá, recordó que a los trabajadores del PTAT la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) los recluta, y “tenemos todo un seguimiento en los consulados, con los nombres, cuando llegaron”.

Sobre el tema de que los trabajadores del PTAT no pueden cambiar de granja o empleador, mencionó que en el consulado “no estamos en contra de que en un momento se pueda lograr un permiso más abierto, donde los trabajadores puedan pasar de una granja a otra, pero se tienen que ver las condiciones, porque los empleadores realizaron una inversión en boletos de avión y casa-habitación para cada uno de los trabajadores.

“Queremos que ese valor se reconozca y que no genere algún tipo de problema que pueda cargarse al trabajador, 85% de los trabajadores son nominales, es decir, ya tienen una relación con su empleador.

“Esa relación positiva la queremos conservar, ya que también podría afectar la antigüedad y lo que se buscaría es que se le aumente el sueldo por esa antigüedad. En el PTAT se arreglan muchas transferencias de una granja a otra”, subrayó.

En ese sentido, el diplomático valoró el trabajo de los jornaleros mexicanos durante la pandemia. Son historias de apego a su familia, de esfuerzo, de trabajo, “son quienes permiten que nos alimentemos y Canadá no podría comer si no fuera por ellos, porque los canadienses no están haciendo ese trabajo.

“Por eso nos interesa que existan aumentos salariales, que no sea un trabajo precario, que lo sigue siendo, porque la ley habla de un salario mínimo, pero la pandemia nos enseñó que son muy esenciales y estamos luchando para mejores condiciones laborales”, aseguró.

Recordó que desde el primer momento de la pandemia Canadá los declaró esenciales: “Canadá hizo muchos esfuerzos por atraer a población nativa, a estudiantes, a otros sectores al sector agrícola. Algunos llegaron, pero fueron insuficientes.

“El gobierno se dio cuenta de que necesitaba a los mexicanos, los declaró esenciales, indispensables en la pandemia”.

A pregunta expresa sobre si hay una explotación extrema, como denuncian organizaciones y activistas, dijo: “Explotación extrema no. Hay casos que nos preocupan y esos casos son atendidos con celeridad y energía, pero sí hay casos. Los consulados trabajamos en la protección de esta temática, no es la generalidad”.

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