Mucho más delgado y todavía débil, pero sonriente y animado, el universitario Irving Juanico Vázquez espera recuperarse pronto para regresar a México, retomar su vida y concluir su maestría. Tras dos meses de encontrarse entre la vida y la muerte, considera que se le dio una segunda oportunidad.

“Estoy agradecido por estar bien y haber salido de todo esto”, dice el estudiante de la maestría en Energías Renovables por la UNAM, quien concentra sus energías y fuerzas en su proceso de recuperación, que incluye dos sesiones diarias de rehabilitación física en el Hospital Européen en la ciudad de Marsella.

“Mis amigos y mi familia me dicen que fue una segunda oportunidad y también lo creo, porque sí salí de varias. No me di cuenta de muchas cosas pues estaba sedado, pero me dicen que salí de algo muy difícil. Lo que siempre tengo en mente es que estoy agradecido por estar bien y haber salido de todo esto que pasé. Sólo pienso en eso y me concentro en echarle todas las ganas para estar bien y regresar a México”, comparte vía telefónica desde Francia.

El pasado 2 de enero EL UNIVERSAL dio a conocer la historia de Irving, guerrerense de 25 años que se encontraba estudiando una estancia académica en Europa como becario de la UNAM.

Desde el pasado 25 de diciembre el joven se encuentra hospitalizado en Francia, luego de infectarse con la bacteria meningococo y desarrollar una púrpura fulminante, enfermedad de rápida evolución que ocurre cuando dicha bacteria llega al torrente sanguíneo.

Tras casi dos meses de luchar por su vida en el país galo, periodo durante el cual se ha mantenido internado en Marsella, el joven se recupera a paso lento, pero constante.

Lo acompañan su madre, Virginia, y su hermana Elizabeth, quienes lo apoyan en su rehabilitación; desde México, su padre y sus otros hermanos coordinan las labores para reunir fondos que les permitan mantener su estancia en Francia cuando menos un mes más, mientras el alumno continúa internado.

“Sí cambió mi vida y me ha hecho reflexionar mucho.

“A veces me pongo a pensar en lo que tenía y ahora que estoy aquí extraño mi vida, pero también me pongo en la situación de muchas familias que tienen a un familiar enfermo, lo que están sufriendo.

“Al principio me desesperaba, pero ahora tengo más paciencia. Ha sido una situación muy difícil, aunque el haberme recuperado me tiene satisfecho”. Cuando despertó, tras haber estado sedado, los médicos le detectaron necrosis en los pies, pero ya han descartado amputárselos. Pese a la enfermedad, Irving mantiene su vocación, quiere concluir su maestría.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses