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En el ISSSTE hay una crisis, sí, pero se puede resolver, afirma Luis Miguel Victoria Ranfla, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores del instituto, pero para lograrlo, advierte, es necesario que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público libere el presupuesto aprobado para 2019, que se usen las reservas actuariales y que se realice un diagnóstico completo con personal que conoce al ISSSTE “y no con gente improvisada que trata de llamar la atención”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el líder sindical asegura que desde la comparecencia del director general, Luis Antonio Ramírez Pineda, ante el Senado se habló de un pasivo de casi 10 mil millones de pesos, pero eso no significa que para el mes de julio el instituto deje de operar.
¿Qué posibilidad hay de que el ISSSTE deje de operar para julio?
—Debemos hacer un diagnóstico con la gente que conoce el instituto, no con gente improvisada que trata de llamar la atención señalando crisis. Necesitamos que se libere el presupuesto aprobado por el Congreso y quizá se podrían usar la reservas.
Los pasivos los hemos venido arrastrando en el ISSSTE desde hace varios años, por eso me parece incorrecto que se señale que se pone en riesgo la operación del instituto, como el mismo Presidente dijo. Hay una crisis, sí, pero se puede superar.
¿Cómo se puede resolver?
—Primero debemos exigir que se nos libere el presupuesto de este año. No es que no importen los pasivos, pero para 2019 el Congreso nos autorizó 323 mil millones de pesos y hasta hoy no nos lo han liberado. Tampoco podemos olvidar los adeudos que tienen algunas entidades federativas y universidades; si se recolectaran estos adeudos, el ISSSTE superaría fácilmente los 10 mil millones de pesos.
Del presupuesto, 70% está comprometido con el pago de pensiones, ¿el resto es suficiente?
—Es correcto, 70% de ese dinero se destina al pago de pensiones, 13.2% a servicios personales, 5.2% a materiales y suministros, y 11% a servicios generales. Hay que reiterar que sí tenemos un pasivo, pero decir que esto nos llevará a no operar adecuadamente es falso, podremos hacerlo cuando nos liberen el presupuesto de este año, y trabajaremos para que se autorice el uso de las reservas, que son para situaciones como las que tenemos hoy.
Si se libera el uso de las reservas, ¿en qué se usarán?
—Se debe usar en prioridades. No es un secreto ni nada extraordinario hacer uso de este recurso, porque, a ver, ¿cómo resolvió el IMSS el sexenio pasado?, con sus reservas, que por ley para eso están, pero si se logra y disponemos de esa reserva de 94 mil millones de pesos, tampoco es que se libere tal cantidad, exigiremos que no suceda lo que en otras administraciones del instituto, que al tener un recurso adicional no se ocupó en prioridades.
¿Cuáles son esas prioridades?
—Si se liberan las reservas es importante que no se compren clavos de un peso en cinco o 10 pesos. Después de la reforma de 2007 se nos dieron recursos y en 27 clínicas crearon un espacio para un quirófano, al día de hoy no se ocupan más de seis; unos están como bodega, otros no tienen cama ni lámpara quirúrgica ni instrumental ni mucho menos capital humano. Somos enfáticos: la crisis del ISSSTE se puede superar a partir de utilizar las reservas, pero hay que determinar prioridades desde un diagnóstico.
De este diagnóstico, ¿ya tienen avances?
—Está muy avanzado, lo tenemos prácticamente en cuanto a obras, equipos, pero falta el área médica.
¿Que han detectado hasta el momento?
—De lo más importante es que debemos tener cuidado con los servicios subrogados y verificar que no se compren los más caros. Otro problema son las obras inacabadas, los hospitales que no funcionan en su totalidad, la saturación de derechohabiencia y los servicios no reconocidos.
¿Por ejemplo?
—El Hospital Valentín Gómez Farías en Jalisco es regional y no le sirven al menos tres elevadores. Eso es algo que pasa en todas las unidades del país, esa deficiencia impacta en que no se programen cirugías, en que los pacientes no puedan ser subidos a piso, hasta en la demora con los alimentos. El Hospital de Piedras Negras está en obra negra desde hace cuatro años.