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Veracruz, Ver.— Abril de 1519, la llegada de Hernán Cortés al puerto deVeracruz es una fecha que dio “paso a la fusión de dos culturas y con ello al nacimiento de un nuevo mundo de múltples formas llamado Veracruz, llamado México”, afirmó el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán.
El almirante encabezó ayer el inicio de una travesía más del Buque Escuela Cuauhtémoc, que en esta ocasión recorrerá 15 puertos de 11 países de Europa del Norte para forjar a los futuros mandos de la dependencia y a la vez llevar un mensaje de paz y buena voluntad entre los pueblos.
“El mar es una metáfora infinita, el mar es en sí mismo un mar de historias como aquella que inició en sus aguas y que se fraguó en estas tierras precisamente en abril de 1519, una fecha que recordamos con absoluta convicción de que el pasado nos enseña, fortalece y reivindica, conscientes además de que una historia que no se cuenta se muere y mata las conciencias”, refirió.
Comienza periplo. El llamado Embajador y Caballero de los Mares zarpó del puerto de Veracruz con 84 cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar y 11 oficiales de países amigos a bordo, así como ocho capitanes, 39 oficiales y 117 clases y marinería de tripulación.
Su periplo durará 226 días, de los cuales 70% será en el mar, y su primera parada es en el puerto de Halifax, Canadá; después partirá a Belfast, Irlanda del Norte; Ruan, Francia; Scheveningen, Holanda; Londres, Inglaterra; Aalborg, Dinamarca, y Fredrikstad, Dinamarca, entre otros puertos.
Acompañado del secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crecencio Sandoval González, y de autoridades de la entidad, Ojeda Durán afirmó que el velero partió del puerto de Veracruz en homenaje “a los 500 años de mexicanidad, así como a la fusión de dos mundos y dos culturas que hoy nos permiten llamarnos orgullosamente mexicanos”.
“Esa crónica de cinco siglos le reviste una importancia suprema, pues dio paso a la fusión de dos culturas y con ello al nacimiento de un nuevo mundo de múltiples formas llamado Veracruz, llamado México”, enfatizó el secretario.
El mando naval aseveró que el Buque Escuela Cuauhtémoc lleva una vez más el mensaje de paz y buena voluntad de nuestro país a cada puerto que arribe, una travesía que, dijo, estará llena de aprendizaje y experiencias de mar para quienes conforman su tripulación.
“Un viaje emblema de la unión, la reconciliación y el buen entendimiento entre las diferentes culturas. Un periplo con el cual, estoy seguro, pondrán el nombre de la institución, pero sobre todo el de México, muy en alto”, refirió.
Aseguró que este crucero de instrucción no solamente les dejerá una gran experiencia de mar, sino también conocimientos y enseñanzas que podrán aplicar en su futura vida personal y profesional.
El comandante del Buque Escuela Cuahtémoc, el capitán de navío Carlos Gorraez Meraz, afirmó que los 84 cadetes se adentran por primera vez en el mundo de las grandes velas y en la tradición marinera, lo que permitirá fortacer sus habilidades para hacer frente al mar.
“Por primera vez saldrán a conocer el mundo desde una perspectiva única como representantes de nuestra institución, de nuestro país en El Embajador y Caballero de los Mares”, indicó el comandante.
Gorraez Meraz recordó que la misión del buque es forjar a los futuroslíderes de la Armada de México y a la vez transmitir el mensaje deamistad y buena voluntad.
Pondrán a prueba conocimientos. El cabo de cadetes José Alberto Hernández Cervantes, originario de Mazatlán, Sinaloa, comentó con nostalgia y a la vez emocionado que este viaje es un sueño desde el inicio de sus estudios y confió en llegar a ser oficial de la Armada de México para poder aplicar sus conocimientos, disciplina, compañerismo y honor.
Las prácticas que realizarán los cadetes incluyen materias como Cinemática Naval, Astronomía Náutica, Derecho Marítimo Nacional e Internacional, Comunicaciones Navales y Administración del Mantenimiento, entre otras.
Mujeres a bordo. A su vez, la cadete de cuarto año Laura Carolina López Arellano, de origen mexiquense y una de las 12 mujeres que forman parte de la tripulación, más una oficial de mando, declaró en entrevista que no se asusta de estar entre hombres porque en la Marina enseñan los valores del honor y el respeto.
Explicó que lleva en el corazón la nostalgia de dejar a su familia, que se siente orgullosa de que forme parte de esta aventura, y sabe que este viaje es fundamental para su formación, en una embarcación que navega a la vieja usanza, es decir, con velas en lugar de motores.
Sostiene que su padre, miembro también de la Armada, al principio se opuso, pero al ver que era lo que ella quería finalmente la apoyó.
López Arellano reconoció que es difícil acostumbrarse a la disciplina militar, pero hay mujeres que alcanzaron el grado de almirante “y poco a poco vamos a dejar nuestro granito de arena aquí”.
Durante el trayecto del viaje los alumnos recibirán seminarios y prácticas de navegación, asignaturas que en conjunto forman parte imprescindible de la formación profesional de los cadetes navales.
De Manzanillo, Colima, Carlos Aceves Uscanga, también cadete de cuarto año, señala que en este viaje espera aprender el trabajo en equipo y fomentar el compañerismo, porque los cadetes son de todos los estados del país. “No importa si eres de aquí o de allá, sino que somos mexicanos y saber unirnos para sacar adelante cualquier proyecto”, dijo.
En el viaje que inician tendrán la oportunidad de convivir y conocer a marinos de otros países con los que esperan hacer amistad y compartir sus culturas para acercar cada vez más a los pueblos.
