Para hacer frente a los daños y secuelas físicas o sicológicas ocasionadas por la delincuencia, en 2021 los ciudadanos gastaron o invirtieron 9 mil 237 millones 151 mil 720 pesos.
Esto es 25 millones 307 mil 265 pesos diarios y un millón 54 mil 469 mil 375 pesos cada hora, según la Encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2022, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Estos datos del Inegi nos revelan que la violencia en sus diferentes facetas está teniendo un costo altísimo para los bolsillos de los ciudadanos”, agrega.
Considera que esa pasividad afecta la principal y la más importante función que tiene el Estado: la protección de la integridad física de los mexicanos.
“Cuando alguien es víctima de algún delito, se evidencia que el Estado está dejando de cumplir con su función. Un ciudadano que es atacado por delincuentes ya no es la misma persona, sufre daños o secuelas que en ocasiones son irreversibles”, advierte.
Considera que las cifras de la Envipe deberían de ser utilizadas para diseñar políticas públicas para combatir de manera eficaz los delitos: “Estamos frente a un panorama negativo. Desafortunadamente, en todos estos temas de seguridad quisiéramos ser optimistas, pero la realidad es que los delitos del fuero común siguen aumentando y la violencia no ha cedido. Entonces, lo más previsible es que los gastos en salud ocasionados por los delincuentes van a seguir incrementándose”, sostiene.
De acuerdo con la encuesta, el delito que ocasionó mayores gastos en la salud fue el de amenazas verbales, con mil 616 millones 620 mil 190 pesos, seguido por el robo a transeúnte o en transporte público, con mil 518 millones 906 mil 830 pesos; fraude, mil 488 millones 206 mil 390 pesos, y lesiones, con mil 392 millones 584 mil 730 pesos.
El sicólogo Iván Benítez dice que entre 5% y 10% de los pacientes que recibe en su consultorio acuden porque fueron víctimas de algún delito.
“Han llegado con crisis. No hace mucho que llegó a mi consultorio una chica que perdió la voz, al siguiente día la asaltaron y le quitaron sus pertenencias”, comenta.
El especialista dice que las afectaciones más comunes son estrés postraumático, frustración, temor, ansiedad, impotencia y pánico: “No toda la gente los desarrolla, y si lo hace no considera necesaria su atención. Las terapias se ofrecen según se vaya sintiendo el paciente, que puede ser una o varias sesiones”.
La encuesta revela también que las mayores pérdidas económicas se ocasionaron con el fraude, al generar un quebranto de 42 mil 998 millones 365 mil 688 pesos; le sigue el robo total de vehículo, con 36 mil 518 millones 331 mil 196 pesos; robo o asalto en la calle o en transporte público, con 31 mil millones 855 mil 858 pesos; robo en casa habitación, con 20 mil 111 millones 953 mil 346 pesos; robo parcial de vehículo, con 13 mil 526 millones 388 mil 318 pesos, y extorsión, con 8 mil 50 millones 657 mil 609 pesos.
El académico de la Universidad Anáhuac y experto en temas de inteligencia y seguridad, Francisco Franco señala que cuando un gobierno diseña una política pública, no contempla los gastos generados por la violencia y la delincuencia: “Prácticamente se deja que el ciudadano absorba los costos del impacto de haber sido víctima de los delincuentes”
El especialista asegura que a estas alturas los mexicanos se han acostumbrado a la frialdad de las cifras de la violencia.
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