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El joven arquitecto Santiago Morales Broc es un convencido de que la arquitectura y el diseño deben tener un compromiso con el cuidado del medio ambiente, el reciclado de materiales y contribuir a la equidad con proyectos, sobre todo de vivienda, más incluyentes y que generen comunidad.
Morales Broc, junto con su socio Cristian Aguilar Gutiérrez, han fundado BRAG Arquitectos, el cual tuvo la distinción Revelación del Año 2020 de la XI BIIN, es decir la Bienal Iberoamericana de Diseño por su proyecto Casa Roma 307 o Bajío 307, en la colonia Roma de la Ciudad de México. El mismo proyecto fue merecedor del premio The Plan en Italia.
En entrevista con EL UNIVERSAL , Santiago Morales Broc narra su idea de la arquitectura, de armonizar espacios. El reto que significa crear proyectos que armonicen con el medioambiente y con una visión social que permita el acceso a zonas consideradas de mayor plusvalía.
En la charla, reflexiona sobre lo novedoso y a la vez complicado que resultó casa Roma 307, un complejo habitacional de 7 niveles de departamentos, donde siempre se marcó el reto de conservar una casa de 1910 considerada catalogada, y 25 árboles nativos, pero demás colocar otras 65 mil plantas y una cisterna para captar agua de lluvia y agua tratada. Todo ello, con el compromiso de ofrecer espacios más accesibles en una zona considerada de mucho costo.
P.- ¿En qué consistió esta distinción?
Es un reconocimiento al despacho BRAG Arquitectos. Participamos con un proyecto que terminamos este año, que está ubicado en la colonia Roma de la Ciudad de México que se conoce como Casa Roma 307, un proyecto bastante novedoso en el que se sembraron más de 65 mil plantas y donde también conservamos una casa catalogada de 1910. Hace tres meses ese proyecto también ganó el premio The Plan en Italia que compitió contra otros proyectos de arquitectos de renombre y fue por votación del público.
P.- ¿Qué retos te significó este proyecto?
-- Yo también soy director de la desarrolladora GDC desarrollos, un despacho de arquitectos. Lo primero que hicimos fue adquirir el inmueble que tenía una casa catalogada y tenía también 25 árboles. Decidimos conservar los árboles y conservar la casa en su integridad a pesar de que sólo la fachada era la catalogada.
Nos tardamos dos años en trámites porque recurrimos a una figura un poco controversial pero muy positiva si la sabes utilizar que se llama polígono de actuación. Con el mismo potencial que permitía el terreno que eran 82 departamentos en un espacio de 4 mil metros cuadrados, decidimos hacerlo más vertical, porque se permitía construir tres niveles pero decidimos hacer siete sin aumentar la densidad ni la superficie máxima de construcción permitida en el polígono, para poder conservar la casa catalogada y los 25 árboles.
Se colocaron además 65 mil plantas, que fue un reto importante porque es el desarrollo de la Ciudad de México con más plantas, vegetación y muros verdes.
Además fue un reto de diseño porque tuvimos que recurrir a muchos asesores en la remodelación de la casa catalogada; contratamos un despacho de especialistas para que nos dijeran qué elementos eran originales; en el tema de la vegetación y los árboles, tuvimos que estar monitoreando para que no se secaran con un biólogo de planta durante el transcurso de la construcción.
Lo más importante yo creo fue juntar a todos estos especialistas para llevar a cabo el proyecto.
P.- ¿Entonces se trató de un proyecto no sólo de arquitectos y de diseño, sino multidisciplinario?
-- Sí, pero además tuvimos que meter a varios artistas para que contribuyeran alrededor del proyecto y en el proyecto. Por ejemplo, el artista peruano Aldo Chaparro, quien hizo la escultura del acceso.
P.- ¿Casa Roma surgió siempre pensando en esta vocación habitacional?
-- Es completamente habitacional y la casa catalogada se conservó como casa club.
P.- ¿Suena interesante también esta visión de conservar y ampliar espacios verdes cuando a veces no se piensa en ello?
-- Exactamente. No fue nada fácil cambiar la percepción de la gente porque a veces se piensa que al momento de hacer un proyecto, una construcción, hay daños al medioambiente. Pero si en el proceso constructivo reciclas todo perfectamente bien, mandas los desperdicios donde debe ser, a concretos reciclados, por ejemplo, y si aparte sumas más vegetación que la que había.
En el caso de la Casa Roma calculamos que esas 65 mil plantas que pusimos generan oxígeno diario para más de 2 mil 500 personas. Cambiar esta percepción de que la arquitectura es amigable con el medioambiente no es nada fácil porque se necesita mucha dedicación y reducir el margen de ganancia porque quizá hubiera sido mucho más fácil no poner esos muros verdes, no poner esas plantas, pero creemos que es un compromiso que se tiene con el medioambiente a largo plazo.
También construimos una cisterna de agua pluvial para regar toda slas plantas y estamos haciendo una obra de tubería para agua tratada para poderla llevar al condominio y en temporada de sequía la cisterna se esté llenando con agua tratada.
P.- ¿Cómo hicieron para que hubiera una armonía entre la parte catalogada que se conservó y la parte que ustedes ampliaron n el proyecto?
-- Antes de que llegáramos nosotros había una escuela privada que tenía unos 500 estudiantes. Realmente la zona de la Roma Sur es mucho más habilitación que comercial, entonces lo que hicimos con esta figura de polígono de actuación fue separarnos más de la colindancia, estamos dejando mucha separación, y al hacer puros departamentos se integran mejor a la zona que la escuela que estaba ahí, porque hay menos vehículos, hay menos ruido. Yo creo que devolvimos a lo que hace 30 o 40 años antes de que estuviera la escuela, integramos mejor a la colonia algo habitacional con familias nuevas, las familias nuevas siempre mejoran van mejorando las colonias.
P.- ¿Cuál es el compromiso social que debe tener un arquitecto y cuáles son los retos actuales de la arquitectura actuales?
-- Yo considero que hay gran responsabilidad por el tema ambiental, de igual manera con el tema de desigualdad: lo que estamos generando hoy nosotros con los nuevos proyectos es siempre cuidar mucho el medioambiente en el proceso constrictivo, mandando a reciclar cada uno de esos desperdicios que se van quedando en una obra. El segundo tema es cuidar mucho el temaa del agua para que todo lo que se vaya sembrando de vegetación en los edificios, porque tenemos que nuestro edificios son muy verdes, por ejemplo los edificios en San Ángel y en Condesa que son edificios en donde hemos plantado más de 150 a 200 árboles por proyecto.
Hacer bosques verticales al igual que con casa Roma que fue un poco más horizontal eso genera que la ciudad genere más oxígeno, baje la contaminación y que le puedan regar con la recuperación de agua pluvial, yo considero que es muy positivo para los nuevos proyectos que se están haciendo.
Con el tema de desigualdad como lo estamos atendiendo es generamos departamento más incluyentes, por ejemplo en la Roma estamos haciendo proyectos de departamentos más accesibles; son proyectos de departamentos son más pequeños pero que las áreas comunes son más completas; entonces se genera en el exterior una gran comunidad de personas y cada vez va mejorado mucho con los restaurantes nuevos que están poniendo, lo comercios locales. Eso va a generar que la hacer departamentos que sean de un nivel socioeconómico un nivel más bajo del que se cotiza en la Roma, se vuelve más incluyente a largo plazo.
ml
