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El mensaje del presidente Andrés Manuel López Obrador por su 2o. Informe de Gobierno fue un acto inédito, marcado por la sombra de la pandemia y el silencio que se ofrendó a las víctimas del virus, la sana distancia y los cubrebocas que usó la mayoría de las 62 personas que acompañaron al Mandatario en el Patio de Honor de Palacio Nacional.
Ahí, por la mañana, se recordó a los caídos, pero el Ejecutivo no refirió cuántos son, tampoco habló del más de medio millón de contagios en el país. Hubo silencio en ello.
En punto de las 9:02 horas, López Obrador, acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, se presentó en el Patio de Honor. A diferencia de hace un año, no hubo aplausos, sino un toque de silencio por un integrante de la Policía Militar, a manera de homenaje a los fallecidos por el coronavirus.
Hace un año, el Mandatario se presentó con su grueso Informe de Gobierno en las manos, lo que arrancó casi medio minuto de aplausos, y donde entre risas advertía que “no lo voy a leer todo”. Ayer todo fue diferente. La pandemia del coronavirus cambió el festejo por prudencia y distancia entre los que fueron a Palacio.
No se observó a los invitados estar codo a codo como en 2019. La mayoría usaba cubrebocas, pero algunos no, como Román Meyer Falcón, titular de la Sedatu; Adelfo Regino, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), y Daniel Asaf, jefe de la Ayudantía.
Fue un discurso breve para el estilo de López Obrador. Y ayer no hubo interrupciones al discurso del Presidente ni gritos de apoyo que provocaran pausas. Ayer, los únicos gritos que se escucharon fueron los que se colaron de la manifestación que hizo Antorcha Campesina.
Mencionó 15 veces la palabra “pandemia”, ocho veces la palabra “crisis”; cinco veces, “Covid”, y dos veces, “coronavirus”. Ahora la palabra “corrupción” —su bandera de combate desde hace décadas— sólo salió de su boca en ocho ocasiones, pero fue la parte dura del mensaje.
Se salió del discurso escrito y no dudó en señalar las ausencias del fiscal general Alejandro Gertz y del ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
“Miren cómo han cambiado las cosas. Invité al fiscal General de la República y al presidente de la Suprema Corte de Justicia y no pudieron asistir. En otros tiempos eso no pasaba, porque ellos tienen la arrogancia de sentirse libres. Este es el cambio, esta es la transformación”, comentó, mientras su esposa trataba de buscarlos.
A las 9:54 de la mañana, el Presidente gritó tres veces: “¡Viva México!”; rindió honores al lábaro patrio y se retiró entre aplausos.