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La cinta Salón de Belleza, polémica, moralina y, aun así, bastante entretenida, se estrenó en noviembre de 1951. Bajo la dirección de José Díaz Morales, la película de Argel Films evidenció a los recintos de embellecimiento como “un lugar familiar para todas las mujeres del mundo”, llenos de intimidades y secretos.
Su producción no innovó en cuestiones técnicas o narrativas, pero sí expuso temas controversiales como el adulterio, falsedad en el mundo del espectáculo y hasta asesinatos por infidelidad.
La historia de Salón de Belleza se centró en Román Alcocer –interpretado por Emilio Tuero, El Barítono de Argel, un carismático y humilde agente de tránsito quien rechaza la oportunidad de ser estrella de cine.
El conflicto ocurre cuando Socorro, actuación de Elda Peralta, novia de Román y trabajadora de la estética Merle, decide engañarlo con un millonario con el único objetivo de conseguir lujos.
El elenco también contó con Rita Macedo en el papel de Katy, otra empleada del establecimiento de belleza y secretamente enamorada de Román; Liliana Durán, quien actuó como Elisa Manci, una famosa actriz de cine; y José Luis Aguirre Trotsky, desahogo cómico de la cinta.
Aunque Salón de Belleza expuso más conflictos de infidelidad, no es una cinta que se recuerde con facilidad dentro del legado cinematográfico nacional. El más relevante ocurrió cuando una resignada mujer acepta separarse de su adúltero marido para que él continúe su aventura con otra de las clientas de la estética.
La polémica cinta no se fue con medias tintas y representó, según su sesgo moral, el lado más sufrido o el más descarado de las mujeres mexicanas. Mientras una de las esposas sobrevivía al rechazo de su pareja, otra se reía cuando descubrían sus infidelidades, así de extremo.
José Díaz Morales estuvo a cargo de la dirección de Salón de Belleza y fue coguionista, a lado de Carlos Sampelayo; el argumento original fue trabajo de José G. Cruz y Fernando A. Rivero.
La filmación comenzó a mediados de 1951, con locaciones de la Ciudad de México. Uno de sus escenarios importantes fue el cruce de las vialidades Nicolás San Juan y Diagonal San Antonio, en la colonia Del Valle. En tal intersección se encontraba una sucursal de Zapaterías A.B.C., donde se ambientó la estética Merle.