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La Terminal de Autobuses de Pasajeros del Oriente (TAPO) luce con menos gente de la habitual en un fin de semana, personas con cubrebocas se acercan a las taquillas desiertas para buscar alguna corrida que los lleve a sus lugares de origen y así pasar la Jornada Nacional de Sana Distancia en compañía de su familia.
“Estudio en la ciudad, pero mi familia es de Oaxaca, no me quiero quedar un mes sola y en cuarentena o aislada, hay menos jornadas que las normales, voy a ver a mis papás al menos cada mes y es muy fácil tomar un autobús, ahora me tocó esperar una salida hasta las 12:00 y llegué a las 8 de la mañana”, cuenta Berenice.
Alejandra le pide a sus dos hijos que no se quiten el cubrebocas y que se laven las manos con gel antibacterial, ellos viajarán a Puebla, donde vive su mamá que es mayor de 60 años.
“Le digo a los niños que no son vacaciones, nos vamos porque mi mamá es grande y no quiero que salga, vamos para ayudarle en sus quehaceres”.
Empleados de la zona de comidas de la TAPO, contaron a EL UNIVERSAL que por el momento trabajan de manera terciada, un día sí y un día no, pero para la jornada de sana distancia no les han dado instrucciones sobre sí tendrán que permanecer en casa.
“Ahorita nos turnamos, un día viene un equipo, y al siguiente otro, pero con el aislamiento, no nos han dicho si nos vamos a quedar en casa y si así pasa, si nos van a pagar, nos preocupa porque las ventas están bajas y hasta hoy nos han pagado normal, pero si tenemos que cerrar un mes, no creo que nos paguen”, contó Karla, quien trabaja en una cafetería.
Erika y Luis trabajan en un restaurante de comida rápida, a ellos les informaron que los dos equipos se organizarán para trabajar una semana y una semana, sobre sus sueldos, les aseguraron que no habrá reducción.
“Es tranquilizante saber que vamos a cobrar igual, porque no es que nos vayamos a ir de vacaciones, no nos vamos por gusto, es una emergencia de salud y aquí hay mucha gente, también tenemos que cuidarnos y ser responsables”, dijeron.
En la Central de Autobuses del Norte, la situación es similar, ciudadanos en busca de un boleto para Guadalajara, Chihuahua o Querétaro, la diferencia es que entre la población no se observó tanto uso de cubrebocas, en esta terminal, los empleados son los que hacen uso del insumo médico.
“Desde hace un mes, más o menos, nos dieron un bonche de cubrebocas a todos los trabajadores, desde los taquilleros, los que están en zona de comida, y nosotros que hacemos la limpieza”, dice Arturo.
Claudia y su esposo, Mario, viajarán a Guadalajara, estuvieron en la capital del país para comprar material de papelería, pero ahora les preocupa haber realizado la inversión cuando su local estará cerrado un mes.
“La verdad la regamos, hicimos las compras normales y no pensamos que vamos a tener que cerrar, si no hay clases, no tenemos que vender y también nos toca aislarnos, ya ni modo, lo bueno que no son cosas que se echen a perder y lo importante es cuidarse y cuidar a los nuestros”, dijo Claudia.