Tras la aprobación de la Ley General de Educación Superior, en la Legislatura pasada, el sistema de cuotas en las universidades debía desaparecer debido a que se ordenó la creación del Fondo Federal Especial para la Obligatoriedad y Gratuidad de la Educación Superior, destinado a “eliminar progresivamente los cobros de las instituciones públicas de educación superior a estudiantes por conceptos de inscripción, reinscripción y cuotas escolares ordinarias”; sin embargo, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2022 no se están designando recursos para dicho ejercicio.

Así lo denunciaron diputados de oposición, quienes advirtieron que durante el debate del PEF darán la lucha para que se integre capital a dicha tarea.

“Cuando se creó con la nueva ley educativa se plasmó que habría un fondo compensatorio para lograr esta tarea de la gratuidad, pero en este presupuesto no viene reflejado.

“Tenemos un presupuesto alterno en el que sí estamos considerando recursos para avanzar en la gratuidad”, expresó el diputado del PAN Saúl Téllez, secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.

Por su parte, Cynthia López Castro, del PRI y secretaria de la Comisión de Educación, confirmó que en el PEF 2022 “no hay un fondo para apoyar a las universidades a garantizar la gratuidad, lo cual confirma que esa ley fue un engaño, es una falla más de Morena”.

Ante la falta de presupuesto, las instituciones públicas de educación superior se encuentran frente a un “deterioro del presupuesto que se les destina”, por lo que se ven obligadas a mantener un sistema de cuotas, declaró a EL UNIVERSAL José Aguirre, director General de planeación de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

Apenas la semana pasada, Jaime Valls, secretario de la ANUIES, solicitó un incremento de 492.9 millones de pesos para instituciones federales, así como mil 285 millones de pesos para instituciones estatales, tecnológicas y politécnicas, prácticamente todas las universidades públicas de México tienen déficits presupuestos.

Actualmente existen 11 universidades públicas que desde el año pasado manifestaron que se encuentran en crisis financiera. Se trata de las autónomas de Sinaloa, Coahuila, Chiapas, Sinaloa, Nayarit, Oaxaca, Zacatecas, Estado de México, Morelos, Tabasco, Durango y la michoacana de San Nicolás de Hidalgo, cuyas autoridades, desde noviembre de 2020, se reconocieron en crisis financiera y en riesgo de no cubrir salarios de plantilla.

“Son universidades públicas estatales que, derivado del crecimiento que han tenido, tienen dificultades financieras (...) cuando tú creces necesitas más personas, pero ellos se han topado con la falta de reconocimiento de la plantilla académica”, señaló Aguirre Vázquez.

El director general de planeación de la ANUIES recordó que en la Ley General de Educación Superior se menciona 26 veces “mejora continua”, como una reiterada exigencia para que las instituciones no sólo estén bien, sino que estén cada vez mejor: “Eso cuesta dinero, pero en este momento más bien estamos frente a un deterioro sistemático del presupuesto que se destina a las instituciones, yo diría que la mayoría tienen algún nivel de déficit presupuestario.

“Nos queda claro que hay una compleja situación de las finanzas públicas (...) estamos pasando por un momento complejo y por supuesto eso se refleja en la disponibilidad de los recursos públicos, entonces a lo que obliga es a ejercer prioridades, y la invitación es a que se vea a la educación superior como una de esas prioridades”, detalló.

Reconoció que pese a los llamados del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha pedido a las universidades dejar de cobrar cuotas, éstas se seguirán solicitando en tanto no se cumpla con las aportaciones al Fondo Federal Especial para la Obligatoriedad y Gratuidad de la Educación Superior.

“Las cuotas son muy importantes digamos que para los gastos de operación de las universidades, la mayoría de esos recursos son canalizados en apoyos a las comunidades estudiantiles, van para las instalaciones deportivas, para el incremento de los acervos de las bibliotecas, para el equipamiento de los laboratorios, y una buena parte, a becas, porque los estudiantes de escasos recursos no sólo no pagan cuotas, demás reciben becas”, manifestó Aguirre.

“Está claro que las cuotas irán desapareciendo en la medida en que el fondo federal especial para la obligatoriedad esté contemplado en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Todo esto tiene que ser paulatino, no puede ser de golpe porque entendemos que el sistema educativo del país es muy complejo, muy grande, 4.9 millones de estudiantes, entonces no es una cosa sencilla, pero confiamos en que se pueda lograr”, concluyó.

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