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“Oigan, ¿por qué estan aquí con sus cámaras?”, preguntó la familiar de un paciente del Hospital Central Militar .
Cuando se le informa que es para cubrir la asistencia del presidente Andrés Manuel López Obrador a ese hospital, en donde por la tarde le realizaron un cateterismo cardíaco , la mujer exclama:
“¡Ahhh con razón está todo cerrado por los militares, con razón!”, exclamó.
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Cuando los reporteros ahí reunidos se le acercan para preguntarle cómo se encuentra al interior del hospital, pide que no se tome su cara y evita dar su nombre “por precaución”.
“Pues está todo cerrado, todo cerrado, no nos dieron ninguna explicación y no había ni un paracetamol. Todo estaba cerrado, elevadores. No pude ir al tercer piso por una tomografía porque está todo cerrado”, se queja.
“Pero sí pude ver a mi paciente porque llegue antes de que cerraran”, señala.
De prisa, porque se dirigía a tomar el metro, comentó que este viernes por la tarde había más militantes que los que comúnmente hay en el hospital. “Eran muchos, muchos”, afirma antes de retirarse.
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Unos minutos más tarde, se acerca otra señora que, con voz tímida, preguntó: “¿Saben cómo está el presidente?”.
Cuando se le comenta que la Secretaría de Gobernación había informado que el corazón y las arterias del presidente se encontraban sanos y funcionando adecuadamente, la señora de la tercera edad, se tomó ambas manos y comentó: “¡Qué bueno, yo vi que estaba aquí y como vivo cerca quise venir a ver si lo veía, pero que bueno que está bien!”.
Asegura que desde que supo que el Ejecutivo federal había acudido a esa clínica, localizada cerca de su casa, “recé por su salud”.
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Pese a las sirenas de las ambulancias, que entran y salen del hospital militar, la tranquilidad reina en este lugar, donde se considera que permanece el Ejecutivo federal tras su revisión medica que se hace cada seis meses.
También se ha solicitado información al gobierno federal sobre el lugar donde se encuentra el jefe del Ejecutivo federal, pero no se ha informado hasta esta noche.
jabf/rcr